A su llegada al Campoamor, se pudo ver que la Reina Sofía llevaba un abrigo tres cuartos con degradado en tonos rojo y rosa palo. Por su parte, la Reina Letizia, que estaba tan espectacular como suele estar en esta ceremonia, acertó con un vestido negro de The 2nd Skin con cuello redondo y falda de vuelo. La Infanta Sofía apostó y ganó con un look bailarina compuesto por un top de pedrería que le prestó la Reina Letizia, falda midi de tul rosa palo. No menos elegante iba la Princesa Leonor con un vestido corto de cuello redondo y manga corta con falda rematada con vuelo de la firma Bgo & Me, un look de estreno muy favorecedor. La Familia Real brilló sin lugar a dudas en cuestiones de estilo.
Entre aplausos y discursos
Tomó la palabra Luis Fernández-Vega, Presidente de la Fundación Princesa de Asturias, que en su intervención recordó que las pandemias anteriores no impidieron el progreso de la humanidad y que ahora se intentan retomar las costumbres anteriores. Señaló que se había invitado a algunos de los premiados que no pudieron acudir a la ceremonia de 2021, y agradeció a la Reina Sofía su presencia en la ceremonia. El siguiente discurso fue obra de Emmanuel Carrère, Premio Princesa de Asturias de las Letras, que ofreció un discurso en francés, lamentando no poder hacerlo en castellano porque ni habla, ni lee en español. Durante sus palabras hizo referencias a una serie de autores que escriben en español, mencionando a "mi querida prima Rosa Montero". Habló además de cómo le está afectando el juicio por los atentados de París de noviembre de 2015.
Gloria Steinem fue la siguiente en hablar. La Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, que después de agradecer el galardón a quien lo hizo posible, comentó: "Es la primera vez que me dan un premio en nombre de una mujer", haciendo referencia a que es en nombre de la Princesa Leonor. Habló de la pandemia, del patriarcado ("En nuestros orígenes todos tenían que ocuparse y cuidar de los niños, el patriarcado creció cuando nos volvemos sedentarios), del racismo en Estados Unidos ("presente desde que los invasores europeos se impusieron a los indígenas e importaron esclavos").
Dijo que Trump había sido el presidente posiblemente menos cualificado y que más ha dividido el país y que "llevó al terreno político lo que había permanecido en el ámbito privado". Habló también del Black Lives Matter como un movimiento mayoritario y pacífico, y de la risa "creo que es la única emoción libre que no se puede imponer. La risa es una prueba de libertad, no se puede obligar a alguien a reír de verdad". De todo eso habló este icono del feminismo.
Si el discurso de Steinem fue profundamente inspirador, no menos fue el de Teresa Perales, que tiró de humor y se lo dedicó a su madre: "Mi madre siempre ha estado a mi lado. Mamá, que quiero bañarme a la piscina. ¿Quién me iba a decir que iba a ganar 27 medallas paralímpicos? Nunca me dijo, 'no sigas', 'no lo dejes'. 'Si quieres, hazlo', 'si te hace feliz, adelante', señaló la deportista, que bromeó con tener que tener "una silla pegada al culo".
No dudó en hablar de cómo ha cambiado la percepción de la discapacidad, señalando que se va por el buen camino aunque quede mucho por hacer: "La mirada hacia la discapacidad ha cambiado. Hay mayor accesibilidad y una ley de dependencia. No somos una sociedad ideal y somos muchos los que nos esforzamos para hacerla avanzar. Ni hay que esperar a que nos digan lo que hay que hacer, hay que soñarlo, intentarlo, en el camino rodearnos de gente que nos diga 'aquí estoy para ayudarte'. Aunque el destino sea distinto al imaginado, el viaje habrá merecido la pena".
Fueron pasando Marina Abramovic, Premio Princesa de Asturias de las Artes, los representantes de CAMFED, Campaign for Female Education, Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional, José Andrés y la ONG WORLD CENTRAL KITCHEN, Premio Princesa de Asturias de la Concordia, Gloria Steinem, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, Katalin Karikó, Drew Weissman, Philip Felgner, Uhur Sahin, Özlem Türeci, Derrick Rossi y Sarah Gilbert, Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica, que se llevaron un gran aplauso al haber sido los descubridores de las vacunas contra el coronavirus, Emmanuel Carrère, Premio Princesa de Asturias de las Letras, y Teresa Perales, flamante Premio Princesa de Asturias de los Deportes. El gran ausente fue Amartya Sen, Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2021, que no pudo viajar a Asturias por consejo médico.
Los discursos no acabaron. Eran las 19:30 cuando José Andrés comentó que "con un culín de sidra, esto sería más fácil". Dedicó el premio a su mujer, Patricia, y habló del poder de la comida. "La gente no quiere nuestra limosna, sino nuestro respeto. Me siento como un inmigrante del mundo, construimos puentes, mesas más largas en las que la comida pueda servir para unirnos. Tenemos que dejar de desperdiciar el 40 por ciento de los alimentos que producimos. Dar comida nutritiva y sana a niños y ancianos. Nos tenemos que asegurar de que las familias tienen alimento en la mesa. Que la comida sea la solución y no el problema". También hizo una referencia a La Palma, a la que ha destinado la dotación del Premio Princesa de Asturias: "Mientras estamos hoy aquí, mi corazón está con la gente de La Palma, que no debe ser olvidada. Alimentemos al mundo, construyamos mesas más largas", finalizó.
La siguiente en intervenir fue Katalin Karikó, bioquímica húngara especializada en mecanismos mediadores de ARN y vicepresidenta senior de BioNTech RNA Pharmaceuticals, laboratorio que está detrás de la vacuna de Pfizer: "Es un gran alivio saber que las vacunas han protegido a un gran número de personas. Solo soñaba con conseguir un impacto así. Agradecemos el Premio Princesa de Asturias, pero solo somos representantes de los cientos de científicos, médicos y expertos que durante las últimas décadas han ayudado a sentar las bases de nuestro trabajo". Agradeció la labor de los sanitarios, que les inspiraron para trabajar más duramente, señaló que están investigando para prevenir el VIH, la malaria, reducir el cáncer y tratar otras muchas enfermedades y finalizó añadiendo que su esperanza es inspirar a la siguiente generación.
Finalizada la intervención de Katalin Karikó, llegó el momento de la Princesa Leonor, que manifestó lo feliz que estaba de volver a Oviedo, alabó a los galardonados y mencionó su cariño por Asturias, algo que comparte con la Infanta Sofía: "Vuelvo pronto a mis estudios con el recuerdo de una nueva entrega de premios que, una vez más, nos emociona y nos conmueve. Y echaré mucho de menos esta tierra, Asturias, a la que quiero tanto y donde mi hermana Sofía y yo nos sentimos siempre en nuestra casa".
Para cerrar, el Rey Felipe recordó a las víctimas de la pandemia, a los sanitarios y mencionó a los afectados por el volcán Cumbre Vieja en La Palma: "Un recuerdo muy especial, necesario y sentido para todos los que allí viven y sufren desde hace un mes la erupción volcánica. Nos han pedido que no les olvidemos, y no les olvidaremos". Después de señalar "un retroceso de situaciones que parecían superadas", Don Felipe mencionó a los premiados, y en especial al ausente Amartya Sen, Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2021.
"Regresar al Campoamor significa reemprender nuestro camino. No cabe aislarse y caminar en solitario. Ante todos estos cambios no podemos detenernos. Rendirse no es una opción, desfallecer o conformarse no es una alternativa, es preciso seguir adelante", declaró también el Monarca, que al finalizar recibió un sonoro aplauso de todos los presentes, puestos en pie. Sonó el Himno de Asturias, que emocionó profundamente al asturiano José Andrés, tras lo que la Familia Real abandonó el Campoamor, refugiada de la lluvia bajo un paraguas, poniendo rumbo al Hotel Reconquista para la celebración posterior a la entrega de premios.