Galería: La Familia Real Española en imágenes
Si el lunes 2 de junio de 2014 fue una sorpresa (solo lo sabían unos pocos) conocer que el Rey Juan Carlos había tomado la decisión de abdicar, igualmente ha pillado de sopetón el comunicado con el que la Casa de Su Majestad el Rey anunció que Don Juan Carlos pondría punto final a su participación en los actos institucionales a partir del 2 de junio de 2019, es decir, cuando se cumplen 5 años desde que dio a conocer que cedía la Corona a Felipe VI.
"Su Majestad el Rey don Juan Carlos ha comunicado a Su Majestad el Rey su voluntad y deseo de dejar de desarrollar actividades institucionales y completar su retirada de la vida pública a partir del próximo día 2 de junio, fecha en la que se cumplen cinco años desde el anuncio de su abdicación de la Corona de España", señalaba en el comunicado, que incluía una carta del Rey Juan Carlos al Rey Felipe en la que incidía en que había llegado el momento de completar su retirada de la vida pública.
Varios son los motivos que le han llevado a tomar esta decisión. El primero es que sus problemas de movilidad no le ofrecen la autonomía que él querría tener y no le gusta verse fotografiado teniendo que precisar ayuda. Por otro lado, sus escándalos pasados y presentes, el no haber logrado recuperar la buena imagen que tenía en los años 80 y 90 del siglo XX y que empezó a caer en picado en sus últimos años de reinado, también han pesado.
Además, no ha llevado bien el estar en un segundo plano. Aunque entiende que es el tiempo de Felipe VI y ha obrado en consecuencia, se ha sentido en muchas ocasiones como alguien que aunque ha podido ser valioso, ya nadie sabe qué hacer con él. La Casa Real que encarna Felipe VI no ha encontrado un sitio adecuado para Juan Carlos I, por lo que él, que además hace tiempo que dejó de ser un activo para la Corona, prefiere decir adiós a su vida oficial.
¿Va a cambiar mucho su vida? Lo cierto es que no. Su despacho no tenía mucha actividad y sus actos oficiales eran escasos, de hecho desde que abdicó ha participado en 119 actos de diversa índole, siendo el último de ellos la entrega del Premio Órdenes Españolas 2019 en el Monasterio de El Escorial el 17 de mayo de 2019. A partir de ahora, la Corona no contará más con él salvo actos muy concretos en los que Felipe VI pudiera requerirlo, algo similar a lo que ocurre con la Infanta Elena. Seguirá teniendo consideración de Rey, tratamiento de Majestad y los honores análogos a los de la Princesa de Asturias, siendo también considerado miembro de la Familia Real Española. Además, él seguirá acudiendo a los eventos a los que quiera asistir, como regatas o corridas de toros.
Son los festejos taurinos donde más se deja ver, y precisamente es uno de ellos el que marca su adiós. Sin embargo, no hay despedida oficial como tal, sino oficiosa. El domingo 2 de junio de 2019 hay reunión de Borbones en Aranjuez, a lo que sigue la reinauguración de la plaza de toros de esta villa madrileña, donde Don Juan Carlos presidirá una corrida en homenaje a su madre, Doña María de las Mercedes, con El Juli, Morante y Manzanares en el cartel.
La Reina Sofía, un activo para la Corona
La pregunta es: ¿qué pasa con la Reina Sofía? Doña Sofía es miembro de la Familia Real Española por ser la esposa de Don Juan Carlos. Como Princesa primero y como Reina después, ha tenido una importante agenda oficial. Una vez abdicó Don Juan Carlos, su agenda se redujo profundamente, pero ha tenido una carga institucional mayor que la del Rey Emérito, sumado a su trabajo con la Fundación Reina Sofía.
La decisión de retirarse totalmente del Rey Juan Carlos no afectará en ningún caso a la Reina Sofía salvo que no estará acompañada del Emérito en actos en los que antes sí lo estaba. De todos modos, eran pocos los eventos oficiales a los que acudían juntos, así que no se va a notar diferencia. Por ejemplo, a Juan Carlos I no le gusta ir a bodas, cumpleaños y funerales de la realeza, mientras que a la Reina Sofía sí porque disfruta al reunirse con sus parientes de otras Casas Reales, así que será ella la que siga representando a la Corona en muchos de estos compromisos salvo que Don Felipe y Doña Letizia estimen oportuno asistir.
Así, Doña Sofía no reducirá su carga de trabajo ni un ápice. Se encuentra bien de salud, con fuerza y energía a pesar de haber superado los 80 años, y es un activo para la Corona. Felipe VI tiene en su madre a una colaboradora fiel que cuenta con una imagen intachable, por lo que sería irresponsable que ella tuviera que jubilarse si no es su deseo. La Reina Sofía seguirá al pie del cañón hasta el último aliento.