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La decisión de Margarita de Dinamarca de que los cuatro hijos del Príncipe Joaquín pierdan el tratamiento de Su Alteza y la dignidad de Príncipes de Dinamarca ha provocado grandes tensiones en el seno de la Familia Real Danesa. En el comunicado emitido se hablaba de una decisión acorde a la tomada en otras Casas Reales, y si la Reina Margarita se inspiró en otras cortes, otras parecen haberse fijado en ella o en haberse sentido con más fuerza para tomar decisiones difíciles.
En Noruega no hay un exceso de miembros de la Casa Real. De hecho, tan solo pertenecen a ella los Reyes Harald y Sonia, los Príncipes Haakon y Mette-Marit y la Princesa Ingrid Alexandra. El hijo menor de la pareja heredera, Sverre Magnus, tiene dignidad de Príncipe, pero no tratamiento de Alteza Real, quizás para ahorrarse en el futuro tener que dar a conocer decisiones que puedan generar malestar familiar.
Por su parte, Marta Luisa de Noruega, hija mayor de Harald V, renunció a su tratamiento de Alteza Real en 2002 para poder trabajar al margen de la Corona, a la que representa en compromisos muy contados. A lo que nunca renunció fue a su título de Princesa de Noruega, ni siquiera cuando saltó el escándalo provocado al promocionar sus giras con su pareja, Durek Verrett, con su dignidad principesca. Fue entonces cuando acordó con el Rey y el Príncipe Heredero que no volvería a usar su título con fines comerciales, tan solo cuando representara a la Corona y en privado, sin lucrarse con ello.
Eso fue en 2019, y si entonces aquel fuego se apagó, en 2022 volvió a avivarse ya no solo al haberse comprometido con el chamán, sino ante sus polémicas declaraciones, entre ellas que rechazó ser atendido en el hospital cuando tuvo covid, relatando que se curó mediante medios no médicos. Eso le valió el rapapolvo público del siempre comprensivo Harald de Noruega, que dijo basta.
Sea por eso, por la decisión de su prima Margarita de Dinamarca o por todo lo demás, lo cierto es que ha habido reuniones entre el Rey Harald, el Príncipe Haakon y la Princesa Marta Luisa mantenidas en el Palacio Real de Oslo en el que el único punto del día ha sido la posibilidad de retirar la dignidad de Princesa de Noruega a Marta Luisa.
Como señala Se og Hør, en este cónclave a tres bandas la interesada expresó su deseo a quedarse como está. Si bien su padre estaría dispuesto a despojar a su hija del título con el que nació, no querría hacerlo de forma unilateral, y para ello ha querido hablarlo tanto con su hija, como con su hijo, que a fin de cuentas es quien debe liderar la Casa Real Noruega cuando finalice el reinado de Harald V. Se desconoce la posición del Príncipe Haakon, pero la Princesa Marta Luisa tiene claro que quiere seguir siendo precisamente eso, princesa, y no va a renunciar de forma voluntaria a la dignidad que le ha acompañado a lo largo de toda su vida.
A lo que sí renunció Marta Luisa de Noruega
Marta Luisa de Noruega renunció a ser Alteza Real para forjarse una carrera profesional muchas veces controvertida como, por ejemplo, su escuela de ángeles. También renunció a usar su título de forma comercial, y de hecho se creó otra cuenta de Instagram en la que no hace referencia a que es una princesa. Después de todo eso, no quiere que se dé un paso más y desea seguir siendo la Princesa Marta Luisa de Noruega, ni ser más, ni ser menos.
Además, se conoció tiempo atrás que había renunciado a ser la heredera cuando se discutía la abolición de la ley sálica en Noruega. En una visita al Palacio Real de la entonces Primera Ministra de Noruega, Gro Harlem Brundtland, planteó al Rey Olav V la necesidad de que se eliminara la discriminación a la mujer en la sucesión al trono. El debate era entonces si debía tener efecto retroactivo o no, es decir, si debía mantenerse antes a Haakon de Noruega o debía ser adelantado por su hermana Marta Luisa. Marta Luisa de Noruega fue preguntada por Olav V y el que en 1991 sería Harald V sobre cuál era su opinión al respecto.
Ella, entonces adolescente, contestó que no se sentía preparada para contestar a eso, para hacer frente a algo así, por lo que se dejó todo como estaba. Nunca le pasó su decisión. De hecho expresó que su hermano era idóneo para el puesto y que además sentía que ya entonces era tarde para ella: "Acepto lo que sucedió y no me importa", señaló Marta Luisa de Noruega.