Por otro lado se ha sabido que el Príncipe Guillermo estará al frente de las actividades militares, supervisando además los preparativos en sustitución de la Reina Isabel. Mientras tanto, Kate Middleton se centrará más en la coordinación del Superbloom, un espectáculo que llena de flores la Torre de Londres.
El compromiso con Harry y Meghan
En la visita que el Príncipe Harry y Meghan Markle realizaron a la Reina Isabel en Windsor Castle el Jueves Santo de 2022, la Monarca reiteró su invitación al Jubileo de Platino con la esperanza además de que les acompañen Archie y Lili. La Reina no ve a su bisnieto Archie desde noviembre de 2019, cuando los Sussex abandonaron Reino Unido como residencia permanente. En el caso de Lili, nacida el 4 de junio de 2021, ni siquiera la ha podido conocer.
El Príncipe Harry y Meghan Markle se habrían comprometido no a acudir al Jubileo, pero sí a hacer posible que Archie y Lili pasen tiempo con su bisabuela. Con respecto a la propuesta de la Monarca, el Príncipe Harry comentó en una entrevista a Today Show con motivo de los Invictus Games de La Haya que no sabía si irían al Jubileo, recordando el conflicto por la seguridad: "Todavía no lo sé. Hay muchas cosas como los problemas de seguridad y todo lo demás. Así que esto es lo que estoy tratando de hacer, estoy intentando conseguir que mis hijos la conozcan".
Y es precisamente la seguridad en lo que la Casa Real Británica va a trabajar para que los Sussex no puedan negarse a acudir. Tanto la Reina Isabel como el Príncipe Carlos, que vio a los Sussex en una visita de 15 minutos, están ilusionados y ansiosos con la posibilidad de un viaje del Príncipe Harry y Meghan Markle con Archie y Lili. Tanto es así que la Reina se habría comprometido, o mejor dicho, Buckingham Palace, a garantizar la máxima seguridad en todos los actos de la Familia Real Británica en el Jubileo.
Este es el principal escollo para una visita real, aunque después de esta promesa y de lo que ocurrió en su breve paso por Reino Unido, es posible que las aguas se calmen. Los Duques de Sussex llevaron a sus propios guardaespaldas, pero al entrar en Windsor fueron escoltados por un servicio especial, el SEG, que proporciona protección a miembros de la Familia Real Británica y del Gobierno de Reino Unido. Serían los contribuyentes los que pagarían en este caso, lo que parece ser la única opción teniendo en cuenta que el Ministerio del Interior ha dejado claro que las demandas de seguridad de los Sussex no pueden satisfacerse, ni aunque sea el Príncipe Harry el que pague, como él mismo se ha ofrecido a hacer.