El último en romper su silencio del circulo más cercano de la que fue mujer del Príncipe Carlos de Inglaterra fue Stewart Pearce, uno reconocido maestro de la voz y mentor de diferentes personajes públicos. Este trabajó con Lady Di desde 1995 hasta su muerte y confesó ahora conocer uno de sus planes de futuro que podrían haber generado gran revuelo en todo el mundo y, especialmente, en la Familia Real Británica.
En una entrevista en exclusiva para Daily Mail, Pearce aseguró que "había una serie de proyectos importantes que rondaban la cabeza de Lady Di a raíz de varias ofertas que le habían hecho". Entre ellas, la posibilidad de protagonizar la secuela de la exitosa película 'El guardaespaldas', pero los planes de Diana Spencer iban más allá: "Eso es algo en lo que no estaba interesada en absoluto (...) Diana estaba empezando realmente a explorar su poder creativo (...) Sabía que era mucho mejor detrás de las cámaras que frente a ella", algo que querría explotar colocándose detrás de las cámaras, no delante.
Lady Di soñaba con dirigir documentales en Hollywood
Al igual que tampoco los planes personales que esta nueva carrera profesional podrían implicar, como por ejemplo mudarse a California de forma permanente. Y no lo haría sola, sino que en sus planes también entraban sus dos hijos, los Príncipes Guillermo y Harry. Tal y como ya había confirmado el que fuera su mayordomo, Paul Burrell, en una entrevista para ABC en 2007, Lady Di tendría pensado instalarse en la casa que Dodi Al-Fayed tenía frente al mar en Malibú. "Piensa en el estilo de vida de los chicos. En Estados Unidos nadie juzga, no hay sistema de clases", recuerda que le dijo Lady Di.
Pero a pesar de esta idea, la relación de Diana de Gales con el hijo del magnate no iba para nada por los derroteros que hablaba por aquel entonces en la prensa. Todavía inmersa en un complicado divorcio con el Príncipe Carlos, no entraba en sus planes volver a casarse y mucho menos tener otro hijo. Por lo tanto, Pearce reconoce que no había nada de cierto en que Lady Di estuviese embarazada cuando murió en aquel trágico accidente. "Solo se lo estaba pasando de maravilla", reconoce sobre su relación Al-Fayed: "Fue una estupenda oportunidad para explorar esa vida sibarita, de puro lujo y complacencia, porque eso es lo que le ofrecía y ella se sentía muy segura".
Unos planes frustrados de vivir el sueño americano tras salir de la Corona Real Británica que nunca llegaron a cumplirse. Al menos para Lady Di, quien seguramente nunca se esperó en vida que uno de sus hijos, el Príncipe Harry, iba a hacerlo 20 años después tras haberse casado con Meghan Markle y convertirse en padre de su primer hijo, Archie Harrison. Otra forma en la que el nieto de la Reina Isabel II sigue los pasos de su madre y cumpliendo con las voluntades que su prematura muerte no le permitió. Algo que también explicaría entonces sus movimientos profesionales desde que llegó a Los Ángeles, como sus polémicos contratos con grandes compañías como Netflix.