Y para dejar claro que seguía estando del lado de su hijo, le escogió como acompañante en el homenaje al Duque de Edimburgo celebrado el 29 de marzo de 2022. Teniendo en cuenta que era el único de sus hijos sin pareja oficial, que era tan vástago del Príncipe Felipe como los demás, y que aunque se trató de un servicio oficial y multitudinaria, no era un acto institucional como tal, Isabel II entendió que debía ser el Príncipe Andrés el que viajara con ella de Windsor, donde vivían ambos, hasta la Abadía de Westminster.
No fue así debido a que llegaron a un acuerdo extrajudicial. El Duque de York evitó ir a juicio, lo que sin duda alejó el escándalo en el año del Jubileo de Platino de la Reina Isabel II, pero evitó también haber sido declarado culpable... o inocente. En ese acuerdo no hubo admisión de culpa, pero sí lamentó haber difamado a la demandante y todo el dolor de las víctimas de Epstein. Además, indicó que se comprometía a "a demostrar su arrepentimiento por esta asociación con Epstein apoyando la lucha contra el tráfico sexual y apoyando a sus víctimas".
Estas palabras divulgadas en febrero de 2022 no se tradujeron en nada en concreto, pero un año después del acuerdo se ha conocido que la Reina Isabel tenía un plan para rehabilitar al Príncipe Andrés. En ese sentido, la Monarca sugirió a su hijo que se dedicara al trabajo caritativo para así mejorar su imagen. Como señala The Independent, su labor debería ser discreta, pero tampoco invisible para que así la ciudadanía conociera el camino redentor tomado. "Otros miembros de la familia estuvieron de acuerdo y lo vieron como su única forma de rehabilitación", señala el citado medio, sin especificar de qué integrantes de la Familia Real Británica se trataba. Eso sí, sus planes no se materializaron en vida de la Monarca porque el Príncipe Andrés no ha querido, no ha podido o no ha sabido iniciar un nuevo camino en su existencia, al menos que haya trascendido.
El agradecimiento del Príncipe Andrés a Isabel II
El Príncipe Andrés ha perdido todos sus privilegios, pero mantiene tanto su dignidad principesca como su título de Duque de York, así como su residencia en el Royal Lodge. Allí reside con Sarah Ferguson, un gran apoyo para él, y recibe las visitas de sus hijas, sus yernos y sus nietos. Intenta no dejarse ver, pero no ha perdido la esperanza de un regreso oficial. Tanto es así que ha tratado de anular el acuerdo con Virginia Giuffre y que ella se retracte, algo que no contempla ni Buckingham Palace, que da por hecho que las cosas se van a quedar como están.
La confianza de la Reina en su hijo era enorme, la de su hermano, no tan incondicional, y la de su sobrino Guillermo, inexistente. "Mamá, tu amor por tu hijo, tu compasión, tu cuidado y tu confianza atesoraré por siempre" fueron algunas de las palabras que el Príncipe Andrés dedicó a la Reina Isabel tras su muerte, unas declaraciones llenas de agradecimiento por el amor que se profesaron el uno por el otro y por una confianza inquebrantable.