Cuando Reino Unido cambia de Rey, comienzan los planes para la ceremonia de coronación, que no tiene que ser inmediata como sí ocurre en otras Monarquías. La Reina Isabel subió al trono el 2 de febrero de 1952, y no fue coronada hasta el 2 de junio de 1953. El Rey Jorge VI tardó menos tiempo en ser coronado. Su reinado comenzó el 11 de diciembre de 1936, tras la abdicación de su hermano, Eduardo VIII, y fue coronado el 12 de mayo de 1937. Los planes del Príncipe Carlos pasan por seguir los pasos de la coronación de su abuelo frente a la de su madre.
La coronación no se improvisa. Está pensada con mucho tiempo de antelación, sobre todo cuando un Heredero pasa tantas décadas esperando el trono como le ocurre al Príncipe de Gales. Así, la operación para su coronación lleva el nombre 'Operation Golden Orb', y quienes trabajan en ella han ido aumentando sus reuniones conforme para el tiempo y se acerca el momento de que el Príncipe Carlos se convierta en Rey.
Ceremonia más sencillo, pero con símbolos
Eso no quiere decir que la subida al trono de Carlos sea inminente. La salud de la Reina Isabel sigue siendo buena para su edad y pretende seguir reinando hasta el final. Sin embargo, al hablar en su mensaje por su 70 aniversario de reinado del apoyo que espera que tenga su hijo Carlos cuando se produzca la sucesión y de su deseo de que Camilla sea Reina consorte, se ha vuelto a hablar de todo este asunto. Oficialmente, no hay nada que anunciar, oficiosamente, se van conociendo más detalles.
La 'Operation Golden Orb' será más sencilla y barata que la gran coronación de la Reina Isabel. Como señala Daily Mail, los gastos serán menores y reflejarán una Monarquía más reducida y contenida, más acorde con unos tiempos que no tienen nada que ver con los años 50 del siglo XX. Si habrá servicio religioso en la Abadía de Westminster, aunque será más corto ya no solo para ahorrar y hacer el acto menos pomposo, sino porque hay que tener en cuenta que Isabel II tenía 27 años cuando se produjo su coronación, mientras que el Príncipe Carlos llegará al trono a una edad muy avanzada. Y aunque menos pomposo, Carlos usará el Gold State Coach, carruaje del siglo XVIII encargado por Jorge III que necesita unas mejoras.
El deseo de Carlos es que su coronación refleje la diversidad de Reino Unido y los restantes países sobre los que reinará, que ya son menos de los que eran cuando Isabel fue coronada, y todavía menos que en tiempos de Jorge VI. Eso sí, aunque quiere que todas las comunidades y sentimientos estén reflejados, seguirá siendo una ceremonia anglicana con Carlos como Defensor de la Fe. Sobre los invitados, no se esperan más de 2000, ni tampoco un despliegue tan enorme como en la coronación de Isabel II, así como menos delegaciones.
Se verá además a Camilla siendo coronada junto a Carlos, eso sí, como Reina consorte. Corona hay una y Rey hay uno, y ese es Carlos, no Camilla. Por ello, la ceremonia será más parecida en ese sentido a la de Jorge VI, que tuvo a su lado a la Reina Isabel, después conocida como Reina Madre. Se espera que Camilla lleve la misma corona que portó la Reina Madre cuando fue coronado Rey Jorge VI en 1937.
Se trata de una joya con 2800 diamantes que destaca por el diamante Koh-i-Noor de 105 quilates y que está en posesión de la Familia Real Británica cuando el Sultán otomano se la regaló a la Reina Victoria en 1856 por el apoyo británico en la Guerra de Crimea. En el caso del Duque de Edimburgo, no fue coronado al no tener derecho como consorte masculino, aunque en aquella ceremonia tuvo un importante papel y se arrodilló ante la Reina Isabel para mostrarle su adhesión y su compromiso.
Sobre la presencia de otros miembros de la Familia Real Británica, si bien es lógico que sean invitados a la coronación, no se espera que cuando el Rey Carlos salga al balcón de Buckingham Palace y después le acompañe la Reina Camilla, lo hagan numerosos miembros de la dinastía. Junto a ellos estarán el Príncipe Guillermo y Kate Middleton, que serán Príncipe de Gales, y sus tres hijos, el Príncipe Jorge, la Princesa Carlota y el Príncipe Luis, mostrando así la monarquía reducida de la que quiere hacer gala Carlos en su reinado.