El Príncipe Harry y Meghan Markle son elogiados y cuestionados a partes iguales, sin embargo, el verano de 2019 no ha sido demasiado agradable para ellos a consecuencia de las críticas por su caro estilo de vida y por su hipocresía al utilizar contaminantes aviones privados para sus vacaciones.
Conscientes de que la imagen lo es todo para la Monarquía, los Duques de Sussex han querido mostrarse como una familia lo más normal posible. Es por eso que se desplazaron al pub The Rose&Crown, ubicado en la localidad de Winkfield, muy cerca de Frogmore Cottage.
Noche en el pub
Como señala The Sun, la familia se sentó en una mesa del local acompañados de una secretaria. Había también dos guardaespaldas protegieron a los Sussex. Asimismo, Archie Harrison se portó muy bien y a pesar de su corta edad, apenas lloró, aunque en una ocasión, la Duquesa de Sussex se levantó a cambiarle los pañales.
La pareja, que charló y rió, tomó asado, aunque el Príncipe Harry bebió cerveza, mientras que Meghan Markle optó por el agua. Por su parte, los guardaespaldas tomaron fish and chips.
El Príncipe Harry y Meghan Markle se mostraron como una pareja lo más normal posible con su bebé, a excepción de la presencia de la secretaria y de los guardaespaldas. Pidieron comida y bebidas asequibles y se dejaron ver cómplices y cercanos, todo para recuperar una buena imagen que es muy fácil perder y muy difícil ganar y mantener.