Galería: El Príncipe Andrés en imágenes
El inicio del juicio contra Ghislaine Maxwell, excolaboradora de Jeffrey Epstein, en el que se resolverá si fue o no cómplice de una de las mayores redes de pederastia, ha terminado salpicando al Príncipe Andrés. Por el momento, los primeros testimonios han colocado a personas muy influyentes en lugares en los que negaban haber estado, entre ellos el Príncipe Andrés, que mantiene una batalla legal con Virginia Giuffre por, presuntamente, haber sufrido abusos sexuales por parte del Duque de York, cuando ella aún era menor.
Al testimonio de Giuffre, se suma ahora el de Larry Visoski, uno de los pilotos que trabajó para Jeffrey Epstein durante más de 25 años y que asegura que habría trasladado a bordo de los aviones Gulfstream G2B y el Boeing 727 de Jeffrey Epstein, conocido como Lolita Express, a personas públicas tan importantes como Bill Clinton, Donald Trump, el actor Kevin Spacey o el mismo Andrés de Inglaterra.
Algunas contradicciones
A pesar de estas declaraciones, Visoski asegura que nunca vio actividad sexual durante los trayectos. Durante su intervención, se mostraron al jurado algunas fotografías de las propiedades de Epstein, incluidos sus aviones, especialmente de uno de ellos en los que el piloto señaló la existencia de una puerta que separaba la cabina del resto del avión y debía permanecer siempre cerrada durante el viaje.
En su declaración, Larry Visoski reconoció también haber conocido a una de las víctimas que más ha denunciado los abusos de la red pedófila, Virginia Roberts Giuffre, que se encuentra a la espera de la resolución de una demanda por abusos contra el Príncipe Andrés en Estados Unidos. Durante el juicio intervinieron otros testigos que confirmaron que durante estos vuelos privados sí se producían abusos sexuales.
En concreto, una de las testigos que declaró bajo el pseudónimo de 'Jane', declaró que fue reclutada para la red cuando tenía 14 años y fue sometida a abusos después de que le prometieran la financiación de sus estudios. 'Jane' confirmó que Maxwell presenciaba con bastante frecuencia los abusos sexuales estando incluso en la misma habitación donde Epstein supuestamente obligaba a las menores a mantener relaciones sexuales con él, lo que le convierte en cómplice de la creación de la red pedófila.