Era uno de los eventos más esperados del año, dentro de las numerosas celebraciones que la familia real de Mónaco está viviendo este 2015: Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo se han dado esta mañana el sí quiero en una ceremonia celebrada en la más estricta intimidad.
Como ya habían anunciado, el tercer hijo de Carolina de Mónaco y la hija del Conde Carlo Borromeo se casaban en una ceremonia civil, que precede a una futura boda religiosa. En esta ocasión el acto fue oficiado por Phillipe Narmino, Ministro de Justicia del Principado de Mónaco, y ha tenido lugar en el Salón de los Espejos del Palacio de Mónaco, donde los padres del novio se casaron tres décadas atrás. Los miembros más cercanos a la familia, unas 70 personas, presenciaron el enlace civil, mientras que para el banquete y fiesta posterior se esperaban hasta 700 invitados.
No habrá fotos oficiales de esta boda, ni hemos podido ver el vestido de novia de Beatrice Borromeo, pero sí que se habían dado detalles sobre cómo iba a ser la celebración. Realmente, iba a ser muy poco convencional para tratarse de una familia real, ya que el Príncipe Alberto, que organizó gran parte de la boda, había declarado a People que el convite iba a ser "como un día de campo. Una fiesta en el jardín, con buffet, bebidas y sitios para que los invitados se sienten, pero va a ser bastante informal".
Una boda con trajes y bailes regionales
Además de tener un banquete poco propio de una boda real, la celebración del enlace entre Pierre y Beatrice también deja lugar a la tradición cultural. El Príncipe Alberto también había comentado que habría bailes folcóricos, música y jugarán a juegos tradicionales, como la petanca. El mismo hará también el brindis. Los invitados visten trajes tradicionales para completar esta fiesta donde reina el folklore.
Veremos si para el enlace religioso las familias ofrecen las imágenes y detalles que en el civil no hemos tenido. Se espera que sea celebrada en una de las tres islas que los Borromeo poseen en el lago Maggiore, en el norte de Italia.