Mallorca solía ser visitada por numerosas personalidades, sobre todo desde que los Reyes Juan Carlos y Sofía se instalaron en el Palacio de Marivent, muy cerca de Palma, para pasar sus veraneos junto a sus tres hijos, Elena, Cristina y Felipe. El tiempo ha ido pasando, la Familia creciendo y esos estíos llenos de realeza invitada y de un intenso ir y venir de fotógrafos y periodistas contando y documentando las vacaciones reales son ya cosa del pasado.
En este 2017, la gran novedad ha sido la cantidad de tiempo que han pasado los cuatro niños Urdangarin en Marivent, y que incluso los 8 nietos de los Reyes Juan Carlos y Sofía han coincidido no solo en privado, sino también públicamente. En lo demás, no ha habido sorpresa con la Familia Real Española.
Quien sí la han dado son Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, que han sido la verdadera sensación de Mallorca durante el tiempo que ha durado la XXXVI edición de la Copa del Rey de Vela. Es la segunda vez que el tercer hijo de Carolina de Mónaco visita Palma para este fin, aunque en 2016, su presencia fue menos visible, mientras que la de la periodista fue inexistente debido a que acababa de morir su abuela Marta Marzotto y estaba muy triste.
Pero el año 2017 solo ha traído alegrías a la pareja, que el 28 de febrero dio la bienvenida a su primer hijo, Stefano, que ha viajado con ellos a Mallorca y se ha quedado en la casa que la tripulación del Malizia, barco con el que Casiraghi y los suyos han competido en la Copa del Rey de Vela, ha alquilado en Mallorca durante su estancia en la isla.
Mientras la Reina Letizia no siempre se lo pone fácil a los fotógrafos que llevan años cubriendo las vacaciones de la Familia Real en Mallorca, llega más tarde que el resto de los Borbón y Grecia es poco amiga de los posados y no siempre se coloca en buenos planos, con Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo ha sido todo distinto.
Su paso por Mallorca les ha dejado buen sabor de boca tanto a los fotógrafos, que desvelan que fueron accesibles, que incluso él ayudó a un reportero gráfico que tropezó y que han facilitado mucho su labor. Sonrientes, con gestos que valen su peso en oro en el mercado, mostrando su amor por Mallorca y ofreciendo alguna que otra declaración, Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo se han ganado todas las simpatías, y todo el mundo espera que vuelvan.