Pablo Urdangarin se convirtió, sin quererlo, en una especie de portavoz de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Al vivir en Barcelona, donde milita en el Barça B de balonmano, es un objetivo fácil para los reporteros que buscaban información sobre su situación familiar. El deportista, siempre atento y simpático, comenzó a ofrecer declaraciones quizás pensando que si hablaba, le dejarían en paz. No fue así.
En una de las preguntas se quiso saber si era cierto que él o alguno de sus hermanos había conocido ya a Ainhoa Armentia, la mujer con la que su padre tiene una relación. Dijo que no creía que nadie hubiera conocido a Ainhoa Armentia. Cuando se le preguntó si no tendría inconveniente en conocerla respondió: " No sé, si surge la ocasión, sí ".
Estas palabras, el hecho de que Pablo Urdangarin dijera que no tendría inconveniente en conocer a Ainhoa Armentia, fue el detonante de un gran disgusto para la Infanta Cristina, y así se lo hizo saber en su viaje a Barcelona, donde madre e hijo se vieron y hablaron. Como señaló Pilar Eyre en Lecturas, al escuchar lo que había dicho el deportista, Cristina de Borbón "vertió todas las lágrimas que se había aguantado en estas semanas de sufrimiento continuo". Ya cara a cara, tuvieron una conversación seria y "Pablo entendió que hay ciertos límites que no pueden cruzarse".
Está perdiendo la paciencia
Tras conocerse la existencia de esta conversación, así como que la Infanta Cristina no piensa perdonar a Iñaki Urdangarin y no va a volver con él, cosa que no debe importar mucho al exjugador de balonmano porque sigue con Ainhoa Armentia, los reporteros volvieron a por un Pablo Urdangarin que ya no tiene la misma paciencia.
"¿ Es cierto que te han dicho que no hables más con la prensa? ", le preguntaron desde Europa Press, ante lo que Pablo Urdangarin contestó que no. Eso no quiere decir que niegue esa conversación con la Infanta Cristina, que podría haberle dicho que hable si quiere, pero con ciertos límites. Eso sí, el jugador de balonmano realizó una petición: " Me gustaría dejar el tema, la verdad ". Ya es hora de que se le haga caso.