El Príncipe aceptó reunirse con las hijas de su hermano, aunque no estuvo de acuerdo con la petición que le hicieron.
Era a comienzos de 2022, en el mes de enero, cuando el Príncipe Andrés se quedaba sin sus deberes reales y sin poder utilizar el título de Su Alteza Real por decisión de su madre, la Reina Isabel II. Desde ese momento, han sido constantes los intentos del Príncipe por tratar de recuperar sus funciones reales o, por lo menos, volver a ser introducido en los miembros de la Familia Real que trabajan.
El Príncipe Andrés no ha estado solo, sino que ha tenido a su familia junto a él, sus dos hijas, la Princesa Eugenia y la Princesa Beatriz de York, y también a su exmujer, Sarah Ferguson, que defienden fielmente y creen la versión del Príncipe. Así, el último movimiento por tratar de volver a las funciones reales no ha sido llevado a cabo por el Príncipe, sino por sus dos hijas, que quieren tratar de conseguir el objetivo de su padre.Eugenia y Beatriz de York, según cuenta The Sun, habrían solicitado una reunión con el Príncipe Carlos para hablar de la situación de su hermano, el Príncipe Andrés. Así, pidieron reunirse con el Príncipe en Brikhall Estate, Aberdeenshire, Escocia, para intentar convencerle de que permitiese a su padre, el Príncipe Andrés regresar a sus deberes y funciones reales.
Sin embargo, el Príncipe Carlos parece mantenerse firme ante la decisión que tomó su madre, la Reina Isabel II, ya que no solo ha negado las peticiones de Eugenia y Beatriz de York, sino también las del Príncipe Andrés. De hecho, su respuesta a las peticiones de las hijas del Príncipe fue muy breve: "No hay posibilidad", afirmó el Príncipe Carlos ante una posible vuelta de su hermano a sus deberes reales.Una figura en decadencia
Las peticiones constantes por esta vuelta se deben a la inactividad del Príncipe, según ha afirmado una fuente a The Sun: "Andrés quiere y necesita desesperadamente algo que hacer con su vida". Su situación empeoró después de conocerse su amistad con Jeffrey Epstein y, especialmente, cuando Virginia Giuffre, una víctima de tráfico sexual del magnate, acusó al Príncipe de haber abusado sexualmente de ella en tres ocasiones.