El Monarca solicitó al Parlamento que pueda ampliarse el número de Consejeros de Estado para así poder contar con la Princesa Ana y el Príncipe Eduardo.
La Casa Real Británica se había puesto a trabajar en ello, y así será. El Rey Carlos III ha pedido formalmente al Parlamento que la Princesa Ana y el Príncipe Eduardo, dos de sus hermanos, puedan ser nombrados Consejeros de Estado. De este modo, tanto la Princesa Real como el Conde de Wessex, miembros de la Casa Real Británica, podrían sustituirle llegado el caso.
El motivo es evitar que tengan que ser el Príncipe Harry o el Príncipe Andrés, ambos más cercanos en la línea de sucesión al trono que los Príncipes Ana y Eduardo, quienes asuman las labores propios de un Consejero de Estado si se produce la ausencia o indisposición del Monarca y tampoco se encuentra la Reina Camilla o el Príncipe Guillermo para hacerlo.Tanto el Duque de Sussex como el Duque de York forman parte del Consejo de Estado porque se escoge a las cuatro primeras personas mayores de 21 años que aparecen en la línea de sucesión al trono más el consorte del Rey o de la Reina. Es por eso que desde la muerte de Isabel II y subida al trono de Carlos III, sus Consejeros de Estado fueron la Reina Consorte, el Príncipe de Gales, el Príncipe Harry, el Príncipe Andrés y la Princesa Beatriz.
De esas cinco personas solo dos, la Reina Camilla y el Príncipe Guillermo, son miembros de la Casa Real Británica, mientras que el Duque de Sussex la abandonó por iniciativa propia y el Duque de York fue invitado a hacerlo por el escándalo Epstein. Por su parte, Beatriz de York tiene título y tratamiento real, pero nunca ha formado parte de la Casa Real Británica y se limita a realizar apariciones oficiales cuando se trata de asuntos familiares. También colabora con fundaciones y entidades, a las que da visibilidad por su rango, pero todo ello de forma privada.La Princesa Ana y el Príncipe Eduardo ya fueron Consejeros de Estado
Por ello, el Rey pide que se haga posible su petición para "garantizar la eficiencia continua de los asuntos públicos cuando no estoy disponible, como ocurre cuando estoy desempeñando funciones oficiales en el extranjero. Por ello me alegraría si el Parlamento considera conveniente aumentar el número de personas que pueden ser llamadas para actuar como Consejeros de Estado según los términos de las leyes de Regencia de 1937 a 1953 para incluir a mi hermana y a mi hermano, la Princesa Real y el Conde de Wessex y Forfar, que anteriormente ya asumieron este cargo", señaló Carlos III.
Efectivamente la segunda y el cuarto hijo de Isabel II ya ejercieron como Consejeros de Estado. La Princesa Ana lo hizo entre 1971, al llegar a los 21, y 2003, cuando fue reemplazada por el Príncipe Guillermo en el momento en el que cumplió 21 años. Por su parte, el Príncipe Eduardo se estrenó en esta función en 1985 al alcanzar los 21, manteniendo su posición hasta que el Príncipe Harry cumplió 21 años en 2005. Por su parte, el Duque de York nunca fue desplazado al encontrarse por delante de sus hermanos en la línea sucesoria, y no lo sería hasta que los nietos de Carlos III alcanzasen los 21 años.
El papel de un Consejero de Estado puede ser muy importante llegado el caso. Puede darse el caso de que los Reyes y el Príncipe de Gales estuvieran fuera del país por circunstancias oficiales, momento en el que los miembros de la Familia Real Británica menos relevantes, pero también incluidos como Consejeros de Estado tuvieran que asumir funciones del Monarca. No podrían investir a un Primer Ministro, pero sí formar documentos no tan relevantes y recibir credenciales de embajadores, algo que sería extraño si los encargados de hacerlo son el Príncipe Harry y el Príncipe Andrés, que ni están, ni se les espera.