Los miembros de la realeza son 'reales' en todos los sentidos. Así lo ha demostrado una vez más la Reina Máxima de Holanda, que ha sufrido un pequeño accidente con su zapato, algo que le puede pasar a cualquiera que lleve tacones. La consorte se encontraba de visita a la Orquesta Real Concertgebouw de Ámsterdam este 10 de abril cuando, a su salida del edificio, tuvo la mala suerte de engancharse uno de los tacones .
¿La culpable? Una alfombra de plástico con agujeros que había a la puerta del edificio, que hizo que el zapato de la Reina se quedase atascado. Con la mayor naturalidad, Máxima de Holanda se ayudó de uno de los responsables de la visita y salió despidiéndose de lo más sonriente. Al fin y al cabo, ¿a quién no le ha pasado alguna vez?La Reina Máxima es, desde 2005, madrina de la Orquesta Real de Concertgebouw, por lo que es ya veterana en este tipo de actos. La esposa de Guillermo Alejandro de Países Bajos, además de realizar un tour por el auditorio, estuvo presente durante la visita en uno de los ensayos, en el cual se sentó entre los músicos. También se reunió con Daniele Gatti, quien dirige la orquesta desde 2016.
Siempre brillando
El desafortunado episodio no permitió sin embargo que la Reina Máxima brillase menos. Al contrario, la Reina salió del paso con una amplia sonrisa, como acostumbra, luciendo de lo más espontánea . Para el evento, Máxima de Holanda eligió un favorecedor look en rojo, compuesto por un vestido entallado con un volante en vertical, y pendientes, 'clutch' y 'stilettos' también en rojo. Como siempre, un acierto.