El diario danés Berlingske se ha hecho eco de las numerosas quejas procedentes de padres de alumnos de Tranegårdskolen - lugar donde estudian los hijos del Príncipe Heredero - a raíz de una supuesta oleada de violencia infantil en este centro ubicado a las afueras de Copenhague.
Los padres denuncian un clima de violencia y abusos en el que "solo sobreviven los más fuertes". Algo que atestigua uno de ellos en declaraciones al citado periódico: "Debería poder enviar a mi hijo al colegio sin tener miedo a que lo empujen por las escaleras, lo aten o directamente le peguen". Dicha fuente aseguró además que a su hijo llegaron a tirarle un ladrillo a la cabeza.
El colegio echa balones fuera
La dirección del centro escolar ha negado estas informaciones, asegurando que "no existe tanta violencia como describen los padres"; aunque sí reconocen que "hay conflictos entre los estudiantes que muestran un comportamiento inaceptable". Por su parte, la Casa Real Danesa no ha querido pronunciarse al respecto, aunque es de suponer que tomarán medidas para garantizar la seguridad de los príncipes que ocupan la cuarta y quinta posición en la línea de sucesión al Trono.