Como muchos, Burrell asegura que aplaudió su decisión de dejar sus obligaciones reales para ser un simple padre de familia y proteger a su mujer y a sus hijos: "Al principio pensé que estaba siguiendo los pasos de su madre librándose de la Familia Real. Yo le aplaudí porque quería mantener a salvo a su familia, tener una familia tranquila, criar a sus hijos lejos del mundo de los focos. Pero entonces eso cambió. Una pareja que quiere privacidad de pronto invitan a todo el mundo a su casa con Netflix, no cuenta secretos sobre su familia. Harry ha cruzado la línea de la lealtad y ha pasado al lado de la celebridad".
Una decisión que él sentencia de la siguiente manera: "Ahora ha vendido su alma al diablo". Para Burrell las cosas que ha confesado el Príncipe Harry no son necesarias: "Habla de su pene, de perder la virginidad... ese no es el Principe que yo conocí. Su madre nunca hablaría de eso. Es un ataque a la institución de monarquía y tiró de la alfombra antes de que muriese la Reina", e incluso acusó a su propia familia de racista en su entrevista con Oprah: " La Reina no era racista. Estaba preocupada porque hubiera uno. La Familia no es racista. Es la Jefa de la Commonwealth. ¿Cómo va a ser racista? Se fue a la tumba sin saber que eso era una falsedad. Esto no es justo".
"Es tan defensor de la salud mental, ¿por qué les está causando estos problemas?"
"Vete a la colina con un ramo de flores solo para ver a tu abuela que está enferma. Solo ve y visítala. Tampoco lo hizo", lo sentencia. Unas deslealtades por su parte que han dinamitado por completo su relación: "Critica a su padre por la educación, a Camilla por sacrificarla en su altar, ¿pero qué ha hecho Harry? Ha hecho lo mismo. Harry es tan defensor de la salud mental, ¿por qué les está causando estos problemas?", definiendo al hijo de Lady Di como alguien "malvado" porque en su libro no lo mencionó con nombres y apellidos y lo critica por lucrarse de la muerte de su madre cuando él lo ha vendido en diferentes formatos.