El exjugador de balonmano y su compañera de trabajo tienen claro que quieren apostar por esta relación.
La relación entre Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia fue descubierta el 19 de enero de 2022 al ser publicadas en Lecturas unas imágenes en las que se veía al exjugador de balonmano paseando por la playa de Hossegor, en las Landas, Francia, de la mano de una mujer que no era la Infanta Cristina. No había lugar a dudas. No era un familiar, ni una amiga, sino su amante. Y era su amante porque Urdangarin seguía entonces casado con la Infanta Cristina, con la que podía tener problemas por aquel entonces, pero ni estaban separados como matrimonio ni tenían planes de hacerlo.
Resultó que Ainhoa Armentia era una compañera de trabajo en Imaz&Asociados, el despacho de abogados en el que Iñaki Urdangarin había entrado a trabajar en invierno de 2021. Ella estaba casada también, aunque según parece el matrimonio no estaba bien, y tiene dos hijos. La relación habría comenzado meses antes, y de hecho se acabó filtrando una imagen de ambos en un restaurante de Biarriz que fue tomada el 26 de noviembre de 2021.¿Fue una relación esporádica que se terminó al revelarse públicamente? Se pensó que sí, pero no. El 24 de enero de 2022 se hizo público el comunicado en el que la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin hablaban de una interrupción de su matrimonio. El abogado de Urdangarin, Mario Pascual Vives, decía que no se trataba de una separación, ni de un divorcio, sino de un tiempo que se daban. Había rumores de reconciliación alimentados por ciertos medios, así como de ruptura para Urdangarin y Armentia. Pero ni una cosa, ni la otra.
Una relación que se consolida
La Infanta Cristina no quiere volver con Iñaki Urdangarin. Eso ya se acabó. Llegará el divorcio en algún momento aunque no sea inmediato, y ese día, Cristina de Borbón no mirará atrás, o al menos eso nos han hecho creer. Mientras tanto, el exjugador de balonmano no solo no ha roto con Ainhoa Armentia, sino que están consolidando su relación.
Han dado un gran paso: se acabó esconderse, o no del todo. Como señala ¡Hola!, ambos pasaron un fin de semana en paradero desconocido en el que disfrutaron de su amor lejos de todo y de todos, principalmente de la prensa. Sin embargo, ya no evitan entrar y salir juntos del trabajo, sino todo lo contrario. Han seguido yendo juntos a las clases de yoga, comparten bolsa de deporte y se han lanzado a darse un beso allí, en la recepción de este centro.Quieren respetar a sus respectivos hijos, y por supuesto a quienes han sido sus parejas, pero eso no quita para que se hayan cansado de esconderse. Les pillaron y todo se precipitó. Quizás duren un mes más, 10 años o toda la vida. Eso el tiempo lo dirá. Por lo pronto son felices y quieren apostar por esta historia de amor.