Aunque la Casa de SM el Rey ha sabido reaccionar y actuar ante la emergencia sanitaria, se echa de menos dar un paso más.
Los países que tienen Familia Real en ejercicio tienen que sentir la presencia de sus miembros en estos momentos de emergencia sanitaria por el coronavirus. No son sanitarios, ni científicos, pero su labor es necesaria para mantener el ánimo de la población, para seguir encabezando la más alta representación del Estado a pesar de que el papel principal en la crisis es cosa del Gobierno, e intercediendo si es necesario para conseguir material, como ha hecho Felipe VI al conseguir que el presidente de Alibaba, Jack Ma, enviase a España 50.000 test de COVID-19.
Además de su discurso a la Nación, Felipe VI visitó el hospital de emergencia que se ha montado en IFEMA, donde ofreció otro discurso de aliento. El teletrabajo ha sido además su principal ocupación, destinando parte de su tiempo a realizar llamadas y videoconferencias con hospitales, entidades solidarias y representantes de determinados colectivos que necesitan apoyo o que están prestando servicios necesarios. La Reina Letizia se incorporó también a las videoconferencias una vez finalizó su aislamiento, aunque durante el tiempo que pasó confinada al haber tenido contacto estrecho con la Ministra de Igualdad, que dio positivo, también realizó llamadas a determinados colectivos.El gran acierto de Casa Real ha sido comunicar la labor de los Reyes, y no solo a través de tuits, sino también con imágenes en las que se ve exactamente lo que están haciendo y dónde se localizan, que es concretamente en el despacho de Felipe VI. Allí también se han mostrado instantáneas de las reuniones del Rey con el Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, y con el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dentro de los encuentros con los miembros del Comité Técnico de Gestión del Coronavirus. Se ha informado de que siguen siendo habituales los despachos con el Presidente del Gobierno, pero de sus reuniones no hay imágenes por ser algo que se hace de forma habitual y no se muestra más allá de en situaciones concretas, como cuando tiene lugar el despacho de verano en Marivent.
Los días pasan, y los Reyes, tanto juntos como por separado, siguen teletrabajando. Al comienzo de la tercer semana de confinamiento, han mantenido una videoconferencia con Cruz Roja Española, que les ha informado sobre las 200.000 intervenciones que han podido hacer gracias a los 11.200 voluntarios con los que cuentan. Don Felipe y Doña Letizia han seguido comunicándose con hospitales españoles por vía telefónica, la misma vía con la que la Reina ha escuchado la petición de la Confederación de Autismo España de que "se considere a este colectivo como población de alto riesgo como criterio prioritario de hospitalización por el COVID-19". La necesaria visibilidad de Leonor y Sofía
Hasta aquí todo bien. Los Reyes tienen que seguir mostrando su actividad, dejar claro que son útiles y que se preocupan por lo que está pasando. El Monarca ya salió de los muros de La Zarzuela durante la crisis, y si es necesario debería volver a hacerlo, al igual que Doña Letizia una vez ha pasado su periodo de aislamiento. Eso sí, siempre que sea relevante y necesaria su participación, ya que la prioridad es quedarse en casa. El siguiente paso que debe dar la Corona es mostrar a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.
Si bien es cierto que en Mónaco tan solo ha habido referencias a los más jóvenes de la Familia Real, las Casas Reales de Reino Unido, Dinamarca, Suecia, Países Bajos, Bélgica y Noruega sí han mostrado a los pequeños y no tan pequeños príncipes y princesas. Falta que la Princesa Leonor y la Infanta Sofía salgan de su aislamiento para por ejemplo publicar en Twitter cómo aplauden a los sanitarios y al resto de personal que tiene que seguir trabajando durante la emergencia como hace la ciudadanía cada día a las 20:00 horas. O quizás que los Reyes y sus hijas muestren cómo llevan el confinamiento, cómo se entretienen o qué consejos pueden dar a los demás para hacer más agradable una etapa que resulta complicada para todo el mundo. La Reina Letizia podría incluso publicar en Twitter un vídeo más cercano y menos institucional que el de Felipe VI. ¿Habría críticas? Por supuesto, siempre las hay cuando se trata de la Familia Real, pero es mejor que se critique por hacer, a que se critique por no hacer.