También tiene pasión por su padre, Iñaki Urdangarin. Para el deportista, su progenitor lo es todo y si ya antes estaban profundamente unidos, lo están todavía más desde que Pablo Urdangarin siguió sus pasos en el balonmano. Iñaki Urdangarin está orgulloso de sus hijos, de todos, pero no puede evitar sentirse especialmente apegado hacia el que ha seguido su estela en el deporte. Todo ello sin desmerecer a Juan, Miguel e Irene, a los que quiere por igual sin distinción hayan seguido sus pasos o no.
En las fotos se puede ver cómo Pablo Urdangarin se emocionó al ver a su familia, al sentir su apoyo en un momento tan importante para él como esta época en la que su carrera como jugador de balonmano despega. No había más que ver la cara del deportista, que abrazó a su padre con fuerza y cariño, que le dedicaba sonrisas y gestos de cariño, que disfrutaba al poder pasar tiempo con él.
Y si con Iñaki Urdangarin todo era cariño, ocurrió lo mismo con su abuela, Claire Liebart, a la que dio un cariñoso abrazo y a la que agarró con ternura. Lo mismo cuando saludó a los tíos y primas que se habían desplazado también a Zarautz para verle jugar. No hay duda de que la familia Urdangarin está unida, algo de lo que Pablo Urdangarin se siente muy orgulloso.