Pablo Urdangarin es un joven muy familiar. Para él, la familia está siempre primero, y no solo se refiere a sus padres y hermanos, que también, sino a lo que comprende el término en un sentido más amplio. Esto incluye a abuelos, tíos y primos, personas muy allegadas al jugador de balonmano principalmente en la familia Urdangarin, su rama paterna.
No quiere decir esto que no quiera a sus abuelos, los Reyes Juan Carlos y Sofía, a sus tíos o a sus primos, pero no hay duda de que Pablo Urdangarin siente un afecto especial por el extenso clan Urdangarin, una familia encabezada por Claire Liebaert, su abuela paterna, a la que adora.
También tiene pasión por su padre, Iñaki Urdangarin. Para el deportista, su progenitor lo es todo y si ya antes estaban profundamente unidos, lo están todavía más desde que Pablo Urdangarin siguió sus pasos en el balonmano. Iñaki Urdangarin está orgulloso de sus hijos, de todos, pero no puede evitar sentirse especialmente apegado hacia el que ha seguido su estela en el deporte. Todo ello sin desmerecer a Juan, Miguel e Irene, a los que quiere por igual sin distinción hayan seguido sus pasos o no.
Y como prueba, nada mejor que unas imágenes que fueron tomadas con motivo del encuentro disputado entre el Amenabar Zarautz y el Barça B de Balonmano, partido que terminó con la victoria de los blaugranas por 34-31. Y como Pablo Urdangarin viajó a Zarautz, varios de sus familiares se desplazaron desde Vitoria a esta bonita localidad de la costa gipuzkoana para animarle.
En las fotos se puede ver cómo Pablo Urdangarin se emocionó al ver a su familia, al sentir su apoyo en un momento tan importante para él como esta época en la que su carrera como jugador de balonmano despega. No había más que ver la cara del deportista, que abrazó a su padre con fuerza y cariño, que le dedicaba sonrisas y gestos de cariño, que disfrutaba al poder pasar tiempo con él.
Y si con Iñaki Urdangarin todo era cariño, ocurrió lo mismo con su abuela, Claire Liebart, a la que dio un cariñoso abrazo y a la que agarró con ternura. Lo mismo cuando saludó a los tíos y primas que se habían desplazado también a Zarautz para verle jugar. No hay duda de que la familia Urdangarin está unida, algo de lo que Pablo Urdangarin se siente muy orgulloso.