No ha habido hasta ahora muchas ocasiones en las que ver cómo se comportan los Reyes con sus hijas, y viceversa, pero todo cambió a partir de 2018. En el vídeo por los 50 años del Rey Felipe ya se puede comprobar que aunque el Rey adora a sus hijas, y ellas a él, su relación con la Princesa Leonor es más especial.
Doña Leonor tiene en Felipe VI el espejo en el que mirarse, ya que algún día le sucederá en el Trono, pero además sienten pasión el uno por el otro. Nada más llegar a Covadonga, quedó patente cómo el Monarca y su hija primogénita hablaban entre ellos, poco, pero lo hacían, ya que entendieron que no era momento para charlas.
La Princesa de Asturias entró en la gruta camino a la Santa Cueva de la mano de su padre. Aunque tiene casi 13 años, le gusta ir de la mano, algo que también hace con la Reina Sofía, solo que en ese caso, de forma menos natural. La Reina Letizia estuvo también encima de su hija mayor, pero a quien más atención ponía la heredera era al Monarca.Padre e hija ofrecieron bonitas imágenes, como al término de la Misa Solemne en la Basílica con la que se celebró el centenario de la Coronación Canónica de la Santina. Los Reyes, Doña Leonor y Doña Sofía se acercaron a saludar a los niños que componen la Escolanía de Covadonga, y en un momento dado, el Rey y su heredera se cogieron de la mano mientras él miraba con cariño a la Princesa de Asturias.
De dos en dos en los Lagos de Covadonga
Esa tarde, de camino a la inauguración del Mirador de la Princesa, situado en el Pico Sohornín, desde donde se tiene una hermosa vista del Lago Enol, se comprobó nuevamente su complicidad. La Familia Real hizo senderismo por el Parque Nacional hasta llegar a los Lagos de Covadonga, y como Doña Letizia dejaba atrás constantemente al Rey, la Princesa Leonor le esperaba para ir juntos. Padre e hija estuvieron cómplices, cariñosos y fueron charlando. Su vínculo, es poderoso e indestructible.
Por su parte, la Infanta Sofía parece más apegada a la Reina Letizia, aunque es más independiente. De camino a la Santa Cueva, madre e hija fueron charlando durante todo el camino; además, en un momento dado, Doña Letizia agarró la mano a la Infanta Sofía, aunque el gesto era un poco raro y menos natural que como iban cogidos el Rey y la Princesa de Asturias.
Horas después, cuando realizaron senderismo por el Parque Nacional de Picos de Europa para la inauguración del Mirador de la Princesa, se formaron dos grupos. El Rey iba más rezagado con su heredera, mientras que la Reina iba con la Infanta Sofía. De todos modos, en algunos momentos lograron ir los cuatro juntos, y en otros era Doña Letizia la que se escapaba, porque otra cosa no, pero en buena forma está un rato largo.