Los Príncipes Guillermo y Harry fueron dos hermanos muy unidos marcados por la trágica muerte de su madre. Lady Di murió en un accidente de tráfico en París el 31 de agosto de 1997. Tenía 36 años y dejó sin madre a un adolescente de 15 años y otro que estaba a punto de cumplir 13. El golpe fue muy duro y no han llegado a recuperarse totalmente, como han expresado públicamente en ocasiones concretas, pero sí les ha ayudado a mantener vivo el legado de la Princesa Diana.
Lo cierto es que lo han conseguido, porque Lady Di sigue teniendo mucha presencia a pesar del tiempo que hace que ya no está. En ese trabajo en favor de su legado está la colocación de una estatua de Lady Di en Kensington Palace, donde residió, lo que ocurrirá el 1 de julio de 2021, día en el que la Princesa Diana hubiera cumplido 60 años. Y allí estarán sus hijos, felices y orgullosos de ver esta obra que inmortaliza todavía más a una mujer irrepetible.
Es de las pocas cosas en las que están de acuerdo los hermanos después de que esa unión tan fuerte se fuera disolviendo poco a poco. Los diferentes destinos de uno y de otro y la aparición de Meghan Markle no ayudaron. El Duque de Cambridge se llevó bien con la entonces novia de su hermano, pero al decirle que debería tomarse las cosas con calma con ella y no precipitarse, el Duque de Sussex se lo tomó mal y empezó a distanciarse. El hecho de que las dos cuñadas no congeniaran y que las dos parejas comenzaran a separarse cada vez un poco más, tampoco ayudó a que ese Fab Four de la realeza funcionara. Pero esa es otra historia.
Volviendo a lo que los une, The Sun ha señalado que el diseño final de la estatua de Lady Di realizada por Ian Rank-Broadley fue firmada y aprobada por los dos hermanos, que por fin están de acuerdo. Se espera además que aparezcan juntos como un símbolo de cercanía a pesar de que la entrevista que los Sussex concedieron a Oprah Winfrey no ha hecho más que agrandar la distancia entre ellos.
Unos primos muy cercanos
En ese sentido, el mismo medio señala que hay una pareja que se ha encargado de pacificar y de tender puentes entre ellos. Se trata de Zara Phillips y Mike Tindall, que se llevan muy bien tanto con el Duque de Cambridge como con el Duque de Sussex, y que durante un largo tiempo han tratado de mediar para que los hijos del Príncipe de Gales acerquen posturas, se reconcilien totalmente y no piensen en lo que les separa, sino en lo que les une.
Si bien la Princesa Eugenia de York es la prima favorita del Príncipe Harry, Zara Phillips es muy querida tanto por uno como por otro. Nacida en 1981, y por tanto cercana en edad tanto con el Príncipe Guillermo (1982), como con el Príncipe Harry (1984), siempre ha tenido química con ellos, algo que se ha extendido a Mike Tindall. Lo que quizás no ha ayudado a seguir manteniendo esta línea pacificadora son las declaraciones del Príncipe Harry y Meghan Markle en las que acusaban de racismo a un miembro de la Familia Real Británica, principalmente porque Lady Colin Campbell señaló que había sido la Princesa Ana. Eso sí, la biógrafa señala que sus palabras fueron sacadas de contexto y que nunca expresó su preocupación por el color de piel que pudieran tener los hijos de los Duques de Sussex, sino que mostró su temor por lo inadecuada que resultaba Meghan Markle para la Familia Real Británica por una cuestión de carácter y de actitud. Sea como fuere, si la Princesa Real se mostró así de beligerante, o su hija Zara Phillips se mantuvo al margen de las opiniones de su madre, o también tendría un problema con su primo.