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Joaquín de Dinamarca está encantado. Después de una etapa complicada por la retirada de los títulos principescos de sus hijos, lo que avivó su insatisfacción como príncipe segundón y las tensiones entre los miembros de la Familia Real Danesa, el haber fichado como agregado de la industria de defensa en la Embajada de Dinamarca en Washington DC, puesto que asume el 1 de septiembre de 2023. Así, tras su paso por París con un cargo similar, ha encontrado otro cargo a su medida en Estados Unidos.
El Príncipe Joaquín tiene contrato hasta al menos 2026, si bien se ha especificado que se puede renovar. Eso le aleja de Dinamarca a nivel institucional y también estará más lejos de su madre y su hermano, lo que quizás sirve para rebajar tensiones. También lo estará de sus hijos mayores, Nikolai y Felix, que son adultos y no se mudaron ya a París, por lo que extrañaría que se marcharan a Washington.
Su papel está por tanto definido, y de hecho ya tiene una misión en octubre de 2023. Como señaló Joachim Finkielman, director de sucursal de Defensa y Seguridad: "Ya en octubre, las empresas danesas van a Estados Unidos para una promoción de exportaciones, y aquí esperamos tener la oportunidad de aprovechar las habilidades del agregado ". Con esto, la misión de Joaquín de Dinamarca debe dar pronto sus frutos.
Este traslado es además una oportunidad para sus hijos pequeños, Henrik y Athena, que tras mejorar su francés, pueden hacer lo mismo con el inglés y quizás estudiar en una universidad de Estados Unidos si su padre prolonga su contrato. ¿Pero qué pasa con la Princesa Marie? Nada, o al menos no mucho. La Casa Real Danesa no tiene planes para la esposa de Joaquín de Dinamarca, como sí tuvo tras la mudanza a París, cuando fue nombrada representante cultural especial en la Embajada danesa en París.
No hay más planes para ella
La directora de comunicación de la Casa Real Danesa especificó a BILLED-BLADET que no hay cargo para Marie de Dinamarca: " La Princesa se centrará en primer lugar en que la familia se establezca en un nuevo país. Además, la Princesa, por supuesto, seguirá conservando su trabajo con las entidades con las que colabora".
De este modo, Marie de Dinamarca se enfocará en cuidar de su familia y preocuparse ella más que el hijo de la Reina de la mudanza a Washington. Una vez establecida podrá mantener contacto con sus patrocinios, con los que seguirá vinculada pese a la distancia. Y es precisamente esa distancia la que no le permitirá mantener la agenda que tenía antes, cuando de vez en cuando regresaba a Dinamarca para una serie de actos. Además, con su cargo en París podía hacer mucho más de lo que hará desde Washington salvo que la cosa cambie.