Una infancia entre infidelidades e hindús
Su madre, si bien no procedía de la realeza, tampoco es que perteneciese precisamente a una mala familia. Edwina Ashley descendía por parte de padre de la antigua aristocracia británica (sus antepasados eran los Condes de Shaftesbury) y por parte de madre de una de las familias más ricas y poderosas de Europa. Una combinación que ya de antemano resulta explosiva y que acabó convirtiendo el matrimonio de los Mountbatten en una de las relaciones más conflictivas de la época.
Pero más allá de su labor como padres, lo que realmente se recuerda del matrimonio Mountbatten fueron sus infidelidades mutuas. Algo que ambos vivían con total normalidad y que Lady Pamela recuerda también sin rastro de infelicidad: "Fue un matrimonio muy poco convencional, pero fruto del amor". Lord Mountbatten tenía como amante a Yola Letellier, mientras que Edwina Ashley hacía lo mismo con el teniente coronel Harold Phillips: "Mi padre adoraba a mi madre y quería que fuera feliz. Así que en un momento dado fue idea suya traer a Harold, a quien adorábamos, a la familia. Él ya tenía a Yola. Podría decirse que fue una intimidad familiar extendida, pero funcionó muy bien".
Aunque sin duda el verdadero amor de Lady Mountbatten será el mismísimo Jawaharlal Nehru: el primer hombre en ocupar el cargo de Primer Ministro en la India tras la independencia del país. Ocurrió en pleno proceso de descolonización, cuando Louis Mountbatten fue nombrado Virrey de la India con el objetivo de gestionar el proceso de convirtió a la colonia británica en dos países independientes: India y Pakistán. Tal y como revela Lady Pamela en su libro 'India Remembered' (2007), en el que rememora sus días en el país oriental, Lady Mountbatten y Nehru mantuvieron una relación de amor platónico en la que nunca llegó a haber contacto sexual y que nació fruto de la soledad que ambos sentían: "Creo que eran esencialmente dos personas solitarias. Él estaba muy solo y mi madre era muy introvertida. De repente, descubrieron que eran dos".
Una estrecha relación con la Familia Real
Dados los lazos familiares que la unen con los Windsor, Lady Pamela ha estado siempre muy vinculada a la Familia Real Británica y muy especialmente a la Reina Isabel II, de quien la separan únicamente un par de años de diferencia. Juntas disfrutaron de numerosas jornadas de juegos a lo largo de su infancia y por ello no resulta extraño que la por entonces Princesa Isabel la eligiese como dama de honor el día de su boda con Felipe de Edimburgo (primo a su vez de Pamela) en 1947.
Una elección nada casual si se tiene en cuenta además que fue el propio Louis Mountbatten quien presentó a su sobrino a la futura Reina de Inglaterra unos años antes, durante la visita de Jorge VI y su familia al Dartmouth Royal Naval College donde el Príncipe Felipe se estaba formando. A este primer encuentro le seguirían muchos otros y, una vez superadas las reticencias iniciales, la pareja contrajo matrimonio el 20 de noviembre de 1947. Una boda de cuento de hadas que según la versión de Lady Pamela no lo fue tanto...
"Lo que ocurrió el día de la boda fue casi una comedia trágica. La gente puede imaginar que los grandes eventos de la realeza funcionan como un reloj, pero en este caso no fue así. Hubo un momento de pánico cuando, mientras se ajustaba el velo de la novia, la tiara se rompió. Un ayudante se metió en un taxi y tuvo que ir apresuradamente a una joyería". Una anécdota así solo podía contarla la que fuera una de las ocho damas de honor de la Reina y posteriormente elegida como su dama de compañía en uno de los viajes más importantes de su vida.
Fue la gira que realizaron la todavía Princesa Isabel con su marido a principios de 1952 por Australia, Nueva Zelanda y Kenia. Con ellos estaba siempre su querida prima, siempre dispuesta para ayudar en lo que la pareja real necesitase. Pero lo que en un primer momento estaba siendo como una segunda luna de miel para los recién casados se convirtió en un auténtico drama el 6 de febrero de 1952. Ese fue el día en que falleció el Rey Jorge VI y hubo que trasladar la noticia a su hija.
Como testigo directo del momento, Lady Pamela narra en su libro 'Daughter of Empire' (2012) cómo la nueva Reina se tomó tan trágica noticia: "Mantuvo la calma en todo momento y únicamente nos pidió disculpas por la precipitada vuelta a casa". Según su versión, la soberana estaba en esos momentos precisamente escribiendo una carta a su padre para decirle lo maravilloso que estaba siendo el viaje. Fue el Príncipe Felipe quien la invitó a salir al jardín y así comunicarle el fallecimiento del Rey.
"Me sentí muy mal sabiendo lo mucho que se querían el uno al otro. Instintivamente acudí a abrazarla, como uno hace con cualquier persona que acaba de perder a su padre. Pero luego pensé '¡Oh, Dios mío! ¡Es la Reina!' y me dejé caer en una reverencia". Este comprensible fallo de protocolo protagonizado por Lady Pamela marcó el inicio del reinado de Su Majestad Isabel II del Reino Unido y la continuación de su estrecha relación: la hija de Lord Mountbatten volvió a ejercer como dama de compañía de la Reina en su primera gira por la Commonwealth entre 1953 y 1954.
Con los años, el paso del tiempo y sus diferentes trayectorias vitales acabaron por separar los caminos de Isabel II y Lady Pamela Mountbatten. Aún así, ambas siguen profesándose un gran cariño mutuo y esta última define con estas palabras el momento actual en el que se encuentra su relación: "Llega un momento, cuando se tiene una familia tan extensa como la de la Reina, que hay que hacer un sacrificio y cortar relación con todas las personas mayores de 80".
Con quien la relación sí se ha mantenido intacta ha sido con el Príncipe Carlos, para quien Lord Louis Mountbatten fue un segundo padre. La química que ambos tenían se hizo extensiva también a sus hijas, que siempre han visto en el Príncipe de Gales a un hermano. Tanto es así que una de las hijas de Lady Pamela, aparte de ser su ahijada, fue su dama de honor el día de su boda con Diana Spencer. Una boda con catastróficas consecuencias y de la que la hija de Lord Mountbatten no guarda un buen recuerdo: "Diana hizo que todos creyeran que había sido arrojada a los lobos... ¡Qué absurdo! Le dieron a la dama de honor favorita de la Reina para que la enseñase, pero a ella todo le parecía aburrido. No quería aprender nada. Ella solo quería escuchar música e ir a la discoteca".
La aristócrata va todavía más allá y no duda en defender a su querido primo Carlos: "Diana era una mujer muy rencorosa y muy poco amable con él, un hombre tan necesitado de apoyo y ánimo... El matrimonio destruyó a Carlos por completo. Lo convirtió en un hombre gris y fantasmal. Ahora, por supuesto, ha florecido de nuevo".
Su propia historia personal
Lady Pamela se casó el 13 de enero de 1960 con el prestigioso decorador David Hicks en una ceremonia que The New York Times calificó como "la más elegante que ha visto Reino Unido desde la de la Princesa Isabel" y en la que la Princesa Ana ejerció de dama de honor. Antes de él había tenido otros pretendientes, pero al elegir a Hicks fue precursora del binomio arte-realeza que posteriormente se consolidaría con la boda de la Princesa Margarita con el fotógrafo Anthony Armstrong-Jones.
David Hicks fue el interiorista más famoso de los años 60, tanto en Reino Unido como en el exterior: diseñó el salón de la empresaria americana Helena Rubinstein, las habitaciones de los príncipes Carlos y Ana e incluso el yate del Rey Fahds de Arabia Saudita. Un proceso creativo en el que su mujer tuvo mucho que ver, ya que tal y como ella confesó tras enviudar en 1998: "El uso que hacía del color marrón brillante en las paredes se debía a los vasos de Coca-Cola que yo le tiraba durante las discusiones de pareja".
Un matrimonio bastante tumultuoso pero que se prolongaría durante más de tres décadas y del que nacerían tres hijos: Edwina (1961), Ashley (1963) e India (1967). Serán el mediano y la última los que sigan el legado de su padre: Ashley Hicks es también un prestigioso diseñador de interiores, mientras que India Hicks es diseñadora de moda y complementos. La benjamina es, sin duda, la más conocida de la familia y la que más unida está a su madre.
Es más, a través de su cuenta de Instagram, ha convertido a Lady Pamela en toda una 'influencer' debido a las numerosas publicaciones que sube de ella. Sus más de 100.000 seguidores se declaran adictos a las historias que tanto ella como su madre narran a través de su Instagram y que, desde luego, son de lo más variopinto. Si bien en las navidades de 2017 fue el periplo de Lady Pamela esperando 20 horas en la camilla de un hospital antes de ser trasladada a la habitación por una neumonía, en febrero de 2019 fue la divertida historia sobre unas joyas familiares desaparecidas. Todo ello aderezado del humor británico del que Lady Pamela sigue haciendo gala superados los 80 años. Ese humor que la convirtió en amiga y confidente de la Reina Isabel II durante su juventud.