La abuela de la Princesa Leonor y la Infanta SofÃa ha recuperado la ilusión por el amor.
Paloma Rocasolano era una enfermera anónima, divorciada, madre de 3 hijas y joven abuela que llevaba una vida normal, como la de otra mujer de su tiempo. Todo cambió cuando se anunció el compromiso entre su hija mayor, Letizia Ortiz, y el entonces PrÃncipe de Asturias. Su existencia dio un vuelco, y desde entonces es una cara conocida que intenta vivir con discreción.
En ocasiones esto es imposible, y eso que no todo el mundo que le ve por la calle le reconoce. Sucedió asà el pasado lunes 24 de julio, cuando Paloma Rocasolano se sentó en la terraza de The Moon Terraza Cocktail Bar, un local de la conocida como Plaza de la Luna de Madrid. Allà compartió mesa con un hombre con el que según LOC estuvo muy cariñosa.La madre de la Reina de España se quejó al camarero de que llevaba demasiado tiempo sin ser atendida, y pese a llamar un poco la atención, nadie le reconoció. AsÃ, ella siguió hablando con total naturalidad con este señor sin identificar con el que mostró una gran complicidad.
Y es que para su desgracia, ha habido al menos alguien que se dio cuenta de quién era ella. Ajena a todo, Paloma Rocasolano fue cariñosa con este hombre, al que besó y con el que actuó "como si fuera su novio", como señalan testigos presenciales al citado medio. Dos décadas sin pareja conocida
De confirmarse esta historia, serÃa el primer novio de Paloma Rocasolano desde que hace más de 20 años se divorció del padre de sus hijas, Jesús Ortiz. En 2005 fue relacionada con el arquitecto asturiano José Fernández del Rey, pero jamás hubo entre ellos historia de amor alguna, solo una buena amistad. Ahora, a sus 65 años, Paloma Rocasolano está jubilada, estupenda y con ganas de enamorarse.