Galería: Juicio por el Caso Nóos
La segunda entrega de 'Cristina de Borbón. Rota de amor' ahonda en la etapa más complicada de la vida de la hija del Rey Emérito y su expareja, Iñaki Urdangarin. La imputación de él y su posterior entrada en la cárcel para finalizar con las fotos que salieron a la luz del vasco con otra mujer, hecho que dinamitó por los aires su matrimonio.
Paloma García-Pelayo fue una de las periodistas que se trasladó a Washington, en Estados Unidos, cuando Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin se vieron obligados a abandonar nuestro país tras el estallido del Caso Noos, cuya sentencia envió al entonces yerno del Rey a prisión. En el año 2006, la Casa Real aconsejó a Urdangarin que dejara las empresas, consejo que obvió. En 2009, cuando ya era demasiado tarde, el vasco fichó como ejecutivo de Telefónica y se mudó con su mujer a Washington.
Allí, en Estados Unidos, Cristina de Borbón y Paloma García-Pelayo protagonizaron un encontronazo en un supermercado que la periodista ha relatado durante la emisión del debate del programa de Telecinco.
El encontronazo
"Ya sé que estás nerviosa, no merece la pena. Entiendo que es complicado", le dijo Paloma al acercarse a la hija del Rey Juan Carlos. Ella quería preguntarle cómo se encontraban tanto ella como su marido. " Intentamos llevar una vida tranquila y ustedes no nos dejan ", le respondió la hermana de Felipe VI muy cortante. Ahora, años después, la periodista ha analizado la actitud de la Infanta.
"No se cambiaba, siempre llevaba el mismo abrigo. Iba con mal aspecto. Estaba muy preocupada... Ella se sorprendió de que le abordara así a la cara, yo no quería incomodarla", contaba García-Pelayo. El encuentro tuvo lugar días después de la famosa carrera de Urdangarín por la calle para esquivar las preguntas de la prensa.
Y eso que, según Paloma, la Infanta les dijo: " Quiero tener una vida normal ", sin embargo, la periodista afirmaba: "Ya no era posible. Su marido estaba imputado y ella ya estaba retirada de la agenda y la web de la Casa Real", terminaba Paloma García-Pelayo.