Un Príncipe muy formado
No obstante, y debido a una lesión de rodilla tuvo que dejar de lado su entrenamiento militar y, fue entonces cuando se centró de lleno en los estudios. Por ese motivo, se trasladaría hasta la Universidad de Columbia o, años más tarde, a la Universidad Pontificia Ateneo de Roma donde comenzaría su formación en bioética. De esta forma, es uno de los royals con mayor formación a sus espaldas, sobre todo si se tiene en cuenta su amplio dominio idomático. Y es que, Félix de Luxemburgo habla francés, italiano, inglés y español, dado el origen cubano de su madre, la Gran Duquesa María Teresa.
Un hombre felizmente casado
Félix de Luxemburgo está casado con Claire Lademacher, o Claire de Luxemburgo, como es más conocida. Ambos se conocieron cuando él se mudó al internado suizo y, desde entonces no se han separado. En el caso de ella, y a pesar de que ni está relacionada ni forma parte de la realeza, sí pertenece a una de las familias más importantes de Alemania. Su padre es un multimillonario alemán que ostenta la propiedad de múltiples propiedades en Croacia o Saint Tropez.
La Casa Ducal anunció a finales de 2012, y tras más de diez años de relación, el compromiso de la feliz pareja. De esta forma, el 21 de septiembre de 2013, contrajeron matrimonio en una ceremonia que se celebró en la Basílica de Santa María Magdalena, en Francia. Precisamente Félix de Luxemburgo y su ya mujer fijaron su residencia en el país galo, donde han criado a sus dos hijos: la pequeña Amalia, nacida en 2014, y el pequeño Liam, nacido dos años más tarde. Ambos reciben el título de Príncipes de Nassau y, si finalmente el Heredero no llegara a tener ningún hijo, sería la primogénita del matrimonio la que un día llegara a ser la Gran Duquesa de Luxemburgo.
¿Será el Heredero?
A priori, Félix de Luxemburgo no estaba llamado a la sucesión directa en el trono luxemburgués, pues al ser el segundo hijo del matrimonio lo cierto es que sus posibilidades reales de convertirse en el próximo Gran Duque eran más bien escasas. Sin embargo, este panorama podría cambiar por completo debido a que su hermano mayor, Guillermo de Luxemburgo, todavía no ha tenido descendencia pese a haberse casado en 2012.
De manera que, aunque este último sí ascenderá al trono ducal una vez que su padre fallezca o abdique, lo cierto es que la continuidad directa está en entredicho. Esta situación se ha convertido en una de las grandes problemáticas, tanto para la Familia Ducal, como para sus ciudadanos. Y es que, estos no entienden que tras siete años de matrimonio junto a Estefanía de Lannoy, la pareja no haya tenido ningún hijo.
Claro está que decisiones como estas le corresponden simple y llanamente a cada matrimonio, pero cuando eres miembro de la realeza, estas elecciones no lo son tanto y pasan a ser una obligación, más aún cuando algún día esperas convertirte en el Gran Duque de Luxemburgo.
De manera que, la maquinaria palaciega ya se ha puesto a funcionar y, por ello, la presencia de Félix de Luxemburgo se ha vuelto cada vez más asidua en los diferentes compromisos en los que Luxemburgo debe estar representado. De esta forma, y tras el futuro fallecimiento o abdicación del Gran Duque Enrique, su hijo Guillermo de Luxemburgo pasaría a sucederle, pero si estando este al frente del Ducado, no se tuviera todavía noticia de ningún vástago suyo, sería nombrado su hermano Félix como Gran Duque Heredero, y algún día sería su primogénita, la Princesa Amalia, la que ostentaría la Jefatura del Estado de uno de los países más ricos del mundo.