Pablo Urdangarin es ahora mismo el hijo más mediático de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin e incluso de los sobrinos del Rey Felipe VI, a pesar de la dura competencia que son Victoria Federica y Froilán. En su caso, la repercusión mediática le vino de la noche a la mañana y sin buscarla cuando salió a la luz la relación de su padre con Ainhoa Armentia, un revuelo mediático que precipitó el divorcio con su madre. Siempre con mucha educación, Pablo Urdangarin atendía a la prensa y respondía hasta donde consideraba que debería de hacerlo. Ahora, con las cosas ya mucho más calmadas en el seno familiar -así lo demostraron en la graduación de su hermana Irene-, el joven ha concedido la que es su primera entrevista a la prensa.
Lo hace para la agencia Efe y en calidad del nuevo fichaje de Fraikin Granollers tras su paso por el Barça de balonmano. " Estoy intentando dedicarme a lo que me gusta ", asegura sobre su carrera como jugador de balonmano y también como estudiante de Sport Management: "Una especie de administración de empresas, pero relacionado con el deporte", algo que complementa su claro enfoque de seguir dedicándose en un futuro a la industria del deporte, pero tampoco lo tiene claro al 100%: "No tengo mucho plan aún".
"He aprendido mucho de mi padre"
Un deporte que le dio también la fama a su propio padre antes de convertirse en el novio y marido de su madre, la Infanta Cristina, y así un miembro más de la Familia Real española. Este asegura que nunca vio jugar a su padre porque se retiró cuando su madre estaba embarazada de él, pero reconoce que tiene constancia de lo bueno que era porque él mismo le enseñó algunos partidos e incluso buscó alguno por su cuenta para conocer un poco más esa faceta de su padre y cuyos pasos ahora está siguiendo sin pretenderlo: " Se me hace un poco raro verle jugar, pero me encanta ".
Un gran jugador que ha sido muchas veces un maestro: " He aprendido mucho de mi padre (...) De querer ser el mejor, de seguir trabajando cada día y, por ejemplo, de cómo gestionar el volver a jugar después de una lesión, que es algo muy difícil". Un referente para él con el que sabe que le van a comprar: "Sé que la gente va a compararme con lo bueno que era mi padre, pero yo prefiero pensar en lo mío, mejorar como jugador y ver hasta dónde puedo llegar. No me gusta que la gente me compare, pero entiendo que se haga", confiesa.
"Me gusta hacer planes con mi novia y su familia"
Pero más allá de una promesa del deporte, Pablo Urdangarin es consciente que también es una personaje mediático por la familia en la que nació, algo con lo que convive y que tampoco le preocupa en exceso: " Yo no la noto mucho, intento ir a lo mío ", motivo por el que también lo trata con la mayor naturalidad posible, algo que se nota en cada una de sus apariciones públicas y diferentes encuentros con la prensa.
Consciente de la expectación e interés que despierta, este intenta vivir la vida con la mayor discreción posible, motivo por el que sus redes sociales no son un escaparate de su lado más íntimo para evitar precisamente esto: " Guardo mi privacidad, dentro de lo que cabe, prefiero guardar mi vida privada para mí mismo. Sigo a la gente que me interesa, a mis amigos, a mi familia, pero no soy de los que muestra su vida privada", confiesa. De hecho, añade, su vida es de lo más normal posible: " Juego a baloncesto, a pádel, me gusta hacer planes con mi novia (Johanna Zott) y su familia, un poco de todo... Tengo primos en Barcelona, hago cosas con ellos para sentirme más en familia", una declaración inocente en la que Pablo Urdangarin habla por primera vez de su novia y lo avanzada que está su relación sentimental.