Para Pablo Urdangarin sus vacaciones han llegado a su fin, igual que para el resto de sus compañeros de equipo, y es que el Barça de balonmano ha vuelto al trabajo después de unas semanas alejados de los entrenamientos. El hijo de Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina ha vuelto a sus proyectos profesionales, en concreto ha estado en la pretemporada que ha tenido lugar en Andorra.
El primer equipo de balonmano del FC Barcelona ha estado entrenando en plenos Pirineos, no solo en el gimnasio, sino que han jugado algún partido y han practicado deporte en plena naturaleza tal y como se ha podido saber a través a la cuenta oficial del equipo en las redes sociales, imágenes en las que aparece el sobrino del Rey Felipe. Y a juzgar por estas estampas, es un hecho que ha ascendido de equipo y que se quedará definitivamente en el primero.
La pasada temporada ya tuvo el gusto de disputar algunos partidos en el primer equipo y todo parece indicar que cumplió con creces con las expectativas, porque han apostado por él. Tanto el joven como sus compañeros posaron en una foto en grupo después de haber estado corriendo hasta el lago de Engolasters, una de las rutas de senderismo más populares de Andorra.
Numerosos planes familiares
Pero antes de esto ha disfrutado de un merecido descanso con los suyos, visitando a su familia y disfrutando de su compañía. Fue en julio de 2022 cuando se le pudo ver junto a su hermano Miguel y su madre, Iñali Urdangarin, disfrutando de las playas de Ibiza y Formentera. Después, viajó a Mallorca donde estuvo en Marivent con su madre, la Infanta Cristina, sus hermanos Miguel e Irene, y su abuela la Reina Sofía, pero no con sus primas y sus tíos, o al menos no hay prueba de ello.
El broche de oro al verano lo puso junto a sus padres, un encuentro con sus hijos después de que se conociera su separación que ha tenido lugar en Bidart y estuvo con su abuela paterna Claire Liebaert. En cuanto a su abuelo el Rey Juan Carlos, le estuvo visitando junto a su tía la Infanta Elena, su madre y sus primos y algunos de sus hermanos en Semana Santa en Abu Dabi, y en la primera visita del emérito a España desde su marcha no se perdió uno de los partidos del joven, apoyándole en las gradas de Pontevedra.