Pablo Urdangarin ha pasado de ser perseguido para preguntarle por asuntos de su familia, a serlo por él mismo, por sus relaciones sentimentales. Lo que podía haber pasado, ha ocurrido, y finalmente se ha visto obligado a mantener el tipo delante de las cámaras siendo preguntado por sus propios amoríos.
El jugador de balonmano recordó que se estaba hablando de su intimidad, pero reconoció estar contento. Puede que esté contento con su relación, pero no tanto con convertirse en el centro de atención por su vida personal. Todo comenzó con la información de 'Socialité' sobre la existencia de unas imágenes con una chica con la que tendría algo. Alexia Rivas lo negó, pero aparecieron en Vanitatis unas fotos en las que se veía a Pablo Urdangarin besando a una joven.
La colaboradora contó que el hijo de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin habría estado jugando a dos bandas, en concreto con una de sus amigas. Después fue Lecturas la que publicó las imágenes de Pablo Urdangarin con la que parece ser su novia. En ellas sí se veía su cara y se decía cuál era su nombre.
Ni quiere ser famosa ni lo ha buscado
Todo esto supuso una decepción para el jugador de balonmano. Como señala el medio que publicó las primeras imágenes de la pareja, pero con la cara de ella pixelada, Pablo Urdangarin habría pedido que no se divulgaran imágenes en las que se pudiera reconocer a la joven para que pudiera estar un poco tranquila y no fuera reconocida. No fue así, lo que ha disgustado al deportista, que después de haber sido tan amable con la prensa en general esperaba haber recibido eso a cambio.
Ahora Pablo Urdangarin teme un seguimiento hacia esta chica que pueda, ya no solo poner en peligro su relación, sino colocar en el disparadero a una joven alejada del panorama mediático y que no tiene intención alguna de ser famosa. No es una influencer ni quiere serlo y no le gustaría ser perseguida por la prensa por mantener una relación con el sobrino de Felipe VI. Eso sí, también puede ocurrir que una vez se han desvelado determinados detalles, la cosa se calme y ambos puedan mantener con tranquilidad e intimidad la relación que ambos deseen tener.