Pablo Nicolás Sebastián Urdangarin de Borbón nació en Barcelona, ciudad en la que vivió hasta 2009. Ese año se marchó junto a sus padres y hermanos a Washington debido a un traslado de Iñaki Urdangarin, que aceptó un puesto en Telefónica en Estados Unidos. Lo cierto es que interesaba que el exjugador de balonmano estuviera lejos de España. En Washington pasaron dos años tranquilos hasta que en otoño de 2011 estalló el Caso Nóos y la vida de los Urdangarin de Borbón se convirtió en un infierno.
Adiós a Ginebra, hola a Hannover
El sobrino del Rey Felipe fichó por el equipo juvenil del TSV Hannover Burgdorf, conjunto de balonmano al que llegó como refuerzo para la temporada 2018/2019. Allí le han apadrinado Antonio Carlos Ortega, entrenador del primer equipo, e Iker Romero, que se encarga de entrenar a los juveniles, y por tanto a Pablo Urdangarin. Los dos son amigos de Iñaki Urdangarin de su etapa como jugadores de balonmano, pero a pesar de ello, si está allí es porque tiene madera. De hecho, Romero ha destacado de él que aunque no tiene la forma física de Iñaki Urdangarin, está trabajando duro para mejorar y poco a poco se van notando los resultados.
Simpático y tranquilo
¿Cómo es Pablo Urdangarin? En contraposición a su timido hermano Juan, él es extrovertido, aunque no tanto como su otro hermano Miguel, que es el más bromista. Pablo Urdangarin es reservado cuando tiene que serlo, es simpático sin estridencias y sobre todo muy cariñoso y familiar. Más allá de lo que se puede decir de él, las imágenes que se le han tomado a lo largo de su vida le muestran siempre atento con sus hermanos, principalmente con los menores, y muy cariñoso con sus padres. Para la Reina Sofía también tiene siempre un abrazo o un beso, algo que le llena de felicidad.
Es un hombre disciplinado, tranquilo y sobre todo muy deportista. Era de esperar que siendo hijo de la Infanta Cristina, que compitió en el equipo olímpico de vela de España y de Iñaki Urdangarin, exjugador del Barça y con dos medallas olímpicas, tuviera interés por el deporte. Más allá de su pasión por la vela y por el esquí, le gustan el baloncesto y el balonmano, siendo este último el deporte que ha elegido como carrera profesional.
Fan de Netflix y el alma del equipo
Gracias a su fichaje se ha sabido que juega como extremo derecho y que es zurdo, como Iñaki Urdangarin. En esto coincide con la Princesa Leonor, que también es zurda. Pablo Urdangarin mide 1,86 y pesa 70 kilos, y antes de acabar en Hannover militó en el club handbol Esplugues, el SG Léman Genève y el CS Chênois Genève Handball. Le gusta montar en bici, tanto que la prefiere al coche, como su tía abuela Irene de Grecia toca el piano, y sus planes favoritos son ver Netflix y pasar tiempo con su familia.
Su mayor handicap es el alemán, ya que aunque habla español, catalán, francés e inglés, no sabía demasiado sobre la lengua de Goethe pese a que la Reina Sofía lo habla. Poco a poco lo está aprendiendo, y mientras tanto se comunica con sus compañeros de equipo en inglés. Su sueño por cumplir es convertirse en jugador de la selección española de balonmano, como hizo su padre. De momento le queda mucho recorrido, pero al menos es, en palabras de su compañero Niklas Peinz, el alma del equipo.