No obstante, no lo habría hecho a la aventura. El deportista ya tiene un próximo destino a la vista: El Granollers. El hijo de Iñaki Urdangarin sigue los pasos de su padre en balonmano y a pesar de ser considerado una de las joyas de la cantera barcelonesa de este deporte, no estaría dispuesto a perder horas de juego en el banquillo.
Tiene claro que su futuro se encuentra en el balonmano y por ello querría hacerse su propio hueco en la élite de dicho deporte, trasladándose al equipo de una ciudad cercana. Además, esta decisión le permitiría quedarse en la ciudad condal, cerca de sus amigos y de su novia, Johanna Zott.
Pablo Urdangarin busca su éxito deportivo
"Yo no me pongo límites, quiero aprovechar esta oportunidad aquí, jugar todo lo posible, mejorar y hasta donde llegue estaré contento. Yo creo que puedo llegar bastante lejos y confío en mí mismo", expresó el protagonista hace meses en Barça TV, sin imaginar que tiempo más tarde se vería tomando una decisión de este calibre. El jugador, a pesar de ser más que reconocido por su familia y la trayectoria de su padre, ha logrado meterse a todo el panorama deportivo y del balonmano en el bolsillo por su entereza y gran juego.