Pablo Urdangarin se ha mudado. Tras un año viviendo en La Masía, donde se alojan algunos de los deportistas del Barça, ha optado por residir en un lugar más íntimo. Para ello se ha juntado con dos amigos y han alquilado un piso en Sant Joan Despí, localidad pegada a Barcelona en la que se encuentra la Ciutat Esportiva Joan Gamper.
Como señala Vanitatis, sus dos compañeros de equipo y él se han instalado en un dúplex ubicado en una urbanización con piscina. Los tres, que son íntimos amigos, pagan un alquiler pero no a partes iguales. El motivo es que el jugador de balonmano paga más porque se ha quedado con la segunda planta. Tiene por tanto una habitación más grande con baño privado.
Así, Pablo Urdangarin tiene un espacio amplio ya no solo para él, sino para acoger a sus hermanos cuando van a Barcelona a visitarle y a los amigos que tiene en la ciudad condal. Fue en esta casa donde se le vio acompañado por su padre y sus hermanos Juan y Miguel durante la visita que le hicieron en septiembre de 2022.
Atrás quedó su paso por La Masía, lugar en el que se instaló durante una temporada después de haber vivido en casa de unos amigos de sus padres. Su ingreso en La Masía fue desvelado por Iñaki Urdangarin cuando habló de la carrera deportiva del hijo que ha seguido sus pasos. No entró allí por ser hijo o nieto de quien es, sino por sus méritos en el balonmano, un deporte en el que está haciendo carrera principalmente en el Barça B, pero también en el primer equipo, donde se cuenta con él para un buen número de partidos.
Una vida tranquila tras un verano intenso
En esta vivienda en la que se ha instalado puede tener más privacidad junto a sus dos compañeros de piso, que además se han convertido en buenos amigos. De todos modos, y aunque en ocasiones ha sido demasiado, no lleva mal ser conocido. Es famoso desde que nació y sabe manejarse tanto por eso como por su carácter. Eso no quita para que quiera vivir con cierta privacidad, aunque no siempre lo consiga.
De todos modos, aunque ha tenido bastante seguimiento durante el verano, marcado por unas vacaciones en Formentera con su padre y su hermano Miguel, una escapada a Santoña con su madre y nuevamente con Miguel, su paso por Marivent y su estancia en Bidart con los Urdangarin, con la vuelta a los entrenamientos y el comienzo de la temporada ha retomado una vida más tranquila marcada por el deporte, esa pasión que ha convertido en profesión y donde espera tener incluso más éxitos que Iñaki Urdangarin, que lo fue todo en el balonmano.