En las escapadas veraniegas de la Familia Real inglesa a Balmoral era normal ver al Duque de Edimburgo hacer barbacoas que disfrutaban toda la familia en el jardín del castillo. Incluso esta escena tan familiar fue recogido por la serie 'The Crown'. Ahora, tras la muerte del Príncipe Felipe, parece que uno de sus hijos ha heredado el talento para seguir adelante con esta tradición familiar.
Toda su familia le recuerda como un genio frente a las brasas. El Príncipe Harry por ejemplo le llamaba "el maestro de la barbacoa" y Eugenia de York compartió en su funeral una anécdota de ellos dos cuando la hija del Príncipe Andrés quemó unas salchichas y su abuelo las salvó. Pero parece que esta habilidad pasa de generación en generación y al igual que la tuvo el padre del Príncipe Felipe y él, ahora la tiene su hijo, el Príncipe Eduardo.
La Condesa de Wessex, Sofía Rhys-Jones, ha admitido que su marido tiene muy buena mano con la cocina campestre. Además ha dicho de él que es un grandísimo padre y que a sus hijos les encanta como hace las barbacoas: " Él es muy bueno en las barbacoas y a los niños les encantan. Lleva a nuestro hijo a pescar, monta a caballo mucho con nuestra hija, está muy comprometido como padre".
Este talento oculto del Conde de Wessex hace que la Familia Real británica tenga un sustituto para realizar barbacoas después de la triste y dolorosa pérdida del Duque de Edimburgo.
La Reina Isabel ayudaba a su marido
El placer que le producía al Príncipe Felipe hacer barbacoas era apoyado por su mujer, la Reina Isabel. Todos los biógrafos que ha tenido la realeza inglesa han destacado esta habilidad del Duque de Edimburgo y han narrado también como la Reina le ayudaba: "Disfrutaría de la perspectiva de montar su barbacoa en los lugares más insólitos y cocinar cualquier cosa que le apetezca. Él llevaría consigo con todo el kit de barbacoa y la Reina vendría más tarde con los suministros de ensalada y todos los platos de acompañamiento. Es un cocinero brillante y muy innovador. Si se capturaba algún animal extraño del mar, él lo preparaba y lo cocinaba. No deberías sorprenderte si alguna vez comías pulpo a su lado".