Los Duques de Cambridge llevaron a su hijo a la final de Wimbledon que asistió, por primera vez, a un Grand Slam. Sin embargo, no todo fue bonito y agradable.
Siguiendo los pasos de su padre, que acudió a Wimbledon por primera vez cuando tenía 9 años, el Príncipe George hizo su debut en el Grand Slam en la final en la que Novak Djokovic venció a Nick Kyrigios. El Príncipe estuvo muy bien acompañado por sus padres, el Duque y la Duquesa de Cambridge, vestido muy elegante para la ocasión con traje y corbata, siguiendo con el código de vestimenta.
Un traje que, a pesar de que era adecuado para la ocasión, hizo que el hijo mayor de los Duques de Cambridge pasara calor debido a las altas temperaturas. El Príncipe George entró al edificio donde se encontró con su padre, el Príncipe Guillermo, con el que se dio un gran abrazo. El Príncipe se interesó por el estado de su hijo, quien le afirmó que estaba bien, aunque seguido confesó que estaba pasando demasiado calor con el traje.Antes de su confesión, el Príncipe entró junto a su madre, Kate Middleton, quien presentó a su hijo a los oficiales de Wimbledon. El Príncipe George saludó a todos los allí presentes y se reunió junto a su madre, con el presidente de All England Club, Ian Hewitt: "Ian está a cargo de todo aquí, George. Se asegura de que todo funcione según lo planeado", le explicó la Duquesa a su hijo.
Tras estos encuentros pasaron a dirigirse al palco donde iban a poder disfrutar del partido, una ocasión que la Duquesa de Cambridge aprovechó para aconsejar a su hijo que evitara sentarse bajo el sol, afirmando que normalmente están a la sombra. El Príncipe George no fue el único que se centró en el calor que estaba pasando, fueron numerosos comentarios en Twitter los que se fijaron en la vestimenta del pequeño, preocupándose por las altas temperaturas.Su primer Grand Slam
A pesar del calor, el Príncipe George disfrutó de su primera jornada de Wimbledon y pudo levantar la Challenge Cup después de saludar al tenista, con el que estuvieron hablando tras su victoria. Fue el propio Djokovic el que preguntó al Príncipe si quería sostener el trofeo, pregunta al que el hijo de los Duques de Cambridge no dudó en responder con un sí.