Galería: La Familia Real Española en imágenes
Han pasado 25 años desde que el 25 de julio de 1992, el Rey Juan Carlos I inauguró los Juegos Olímpicos de Barcelona. Fue todo un éxito para la ciudad condal, para Catalunya y para toda España, el espaldarazo definitivo para un país próspero con una Democracia consolidada y que todavía no había notado los efectos de la crisis que llegaría un año después.
En ese año 92 se celebró también la EXPO de Sevilla, otro gran éxito internacional para España, así como el 500 aniversario del descubrimiento de América, que convirtió a nuestro país en la gran potencia mundial durante una etapa. Sin duda, un año dorado... pero no es todo oro lo que reluce.
El Rey Felipe VI ha estado en Barcelona para celebrar el cuarto de siglo. Para él no fue solo especial como español y como Príncipe de Asturias, ya que además de todo eso, fue abanderado nacional en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos. Participó además en el equipo de vela y obtuvo un diploma olímpico.
Un cuarto de siglo más tarde viajó a la ciudad condal para participar en dos actos. Por un lado asistió a la recepción por la conmemoración de los 25 años de Barcelona 92, donde pronunció un discurso y saludó afectuosamente a quien en aquel tiempo era alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, enfermo de Alzheimer. Por otro, celebró el 30 aniversario dl Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat del Vallès.
No se hablaban
Quizás recordó también el mal momento que atravesaba la Familia Real en 1992. Parecía que entonces todo era felicidad en el seno de los Borbón y Grecia, pero nada más lejos de la realidad. Como recuerda Pilar Eyre en Lecturas, en junio, es decir, un mes antes de la inauguración, el Rey Juan Carlos había estado con Marta Gayá en Suiza, y la prensa se había enterado. Humillada, la Reina Sofía no le hablaba.
El entonces Príncipe de Asturias tampoco estaba contento con su padre, ya que por aquel tiempo salía con Isabel Sartorius, lo que había generado también un conflicto con el Rey Juan Carlos, y por tanto tampoco se hablaba con él. Por esta causa, ni Doña Sofía ni Don Felipe habían acudido al cumpleaños del Conde de Barcelona el 20 de junio anterior. Sería el último, ya que falleció el 1 de abril de 1993.