Pese a que parecía tenerlo todo en contra, el Duque de York ha demostrado ser solvente para acometer las reformas necesarias y mantener el Royal Lodge del que Carlos III le quiere desalojar.
El Príncipe Andrés ha perdido muchas cosas desde su salida de la Casa Real Británica en noviembre de 2019 tras la desastrosa entrevista en la que pretendía desvincularse del criminal sexual Jeffrey Epstein, y consiguió todo lo contrario. Poco a poco lo fue perdiendo casi todo, aunque logró retener su dignidad de Príncipe, su título de Duque de York y su residencia en el Royal Lodge.
Sus títulos no están en cuestión, pero sí su vivienda. Carlos III pretendía que su hermano desalojara la icónica y enorme propiedad situada en Windsor que en su momento ocupó la Reina Madre para que se marchara a Frogmore Cottage. La que fue residencia del Príncipe Harry y Meghan Markle se quedó vacía cuando los Sussex se marcharon a Estados Unidos, y aunque su deseo era mantenerla para tener un lugar en el que quedarse en sus visitas a Reino Unido, en 2023 se les hizo saber que debían entregar las llaves. Y lo hicieron.Ante la negativa del Duque de York, comenzaron las presiones. El Monarca retiró la asignación que seguía dando a su hermano, y dejó de pagarle la seguridad privada que le protegía después de que en 2022 se le retirara la que le costeaban los contribuyentes. Además, se le recordaron las obras que debía acometer para mantener el alquiler de la propiedad, cuyo contrato le obligaba a ello.
Los costes de reparación del Royal Lodge se estimaron en unos 2 millones de libras, y se le dio como plazo hasta finales de 2024 para demostrar que tiene los fondos para llevar a cabo las obras. El Príncipe Andrés debía pintar el exterior con dos capas de pintura cada 5 años desde 2008, y el interior cada 7 años desde 2010. Eso implica que la parte exterior debió ser retocada en 2023, mientras que el interior tenía que repararse a lo largo de 2024, algo que no se había hecho.Dinero de sus contactos comerciales
Con todo ello, se esperaba que el Príncipe Andrés se rindiera y se marchara del Royal Lodge con Sarah Ferguson rumbo al cercano Frogmore Cottage, que no está nada mal. Pero nada más lejos de la realidad. Como señala The Times, el Príncipe Andrés logró reunir el dinero necesario para hacer frente a las reformas a las que le obliga su contrato. El guardián del tesoro privado de la Casa Real Británica, Michael Stevens, ha aceptado al comprobar que había dinero, y que provenía de fuentes legítimas, es decir, que el origen no fuera turbio.
De este modo, el Duque de York, al que le queda una pensión de sus años en la Marina estimada en unos 24.000 euros al año, ha logrado el dinero. ¿De dónde? Robert Hardman señaló en Daily Mail a través de una fuente que se trataría de "fuentes de ingresos relacionadas con sus contactos en el comercio internacional", a los que accedió por la labor que ejerció antes de su caída como representante especial de Comercio e Inversión del Reino Unido.
Ahora la pregunta es qué contactos son esos y qué tiene que hacer a cambio el Príncipe Andrés para conseguir dinero, algo que ya se preguntan en Reino Unido y que puede volver a poner contra las cuerdas a la Monarquía. Y mientras se conoce o no, la polémica sigue en torno al hermano de Carlos III, que se niega a aceptar que su estatus ya no es ni será nunca el que fue.