En esa vida está su novia, Johanna Zott, jugadora de voleibol y estudiante de Medicina que era una vieja conocida de Pablo Urdangarin de sus tiempos en el Liceo Francés de Barcelona. Ambos están enamorados, y una vez que su relación es pública y notoria, no se esconden. Zott no duda en animarle en sus partidos, donde se le vio dando un beso a Pablo Urdangarin.
Dos de esos 23 goles fueron obra de Pablo Urdangarin, y de ellos fue testigo Johanna Zott, que estuvo acompañada por su madre. La joven se acercó a Pablo Urdangarin para animarle y ambos se abrazaron y charlaron.
Allí estaba además la Infanta Cristina, que viajó a España para acudir a la boda de Javier Prado, hijo de Borja Prado, con Catalina Vereterra en Medina Sidonia, Cádiz. Después viajó a Barcelona y en la víspera del 26 aniversario de su boda con Iñaki Urdangarin, efeméride que evidentemente ya no celebra, pero sí recordará, animó como una fan más a su hijo Pablo Urdangarin.
Cristina de Borbón, con su acreditación V.I.P., se colocó en primera fila en este partido en el que estuvo acompañada por dos de sus amigos íntimos de Barcelona. Se le vio contenta, sonriente y animada. No compartió plano con su consuegra ni con su nuera, aunque sí se conocen y se llevan bien, pero sí con su hijo Pablo, al que abrazó con orgullo.