Así lo ha dejado saber en la entrevista que el presidente de Estados Unidos concedió a Piers Morgan en su programa 'Good Morning Britain'. Y lo cierto es que Meghan Markle ha salido mejor parada de lo que todo el mundo esperaba. "Ella fue desagradable conmigo, y está bien que ella lo sea, pero yo no puedo serlo", ha asegurado Trump. "¿Sabes qué? Está haciendo un buen trabajo, espero que disfrute de su vida... Creo que es una buena vida" fueron las buenas e inesperadas palabras de Trump hacia la Duquesa. Pero también quiso hablar del Príncipe Harry para desmentir los rumores de que no se llevaban bien por el pequeño conflicto que tuvo con su consorte. "Es un tipo estupendo. Pasó mucho tiempo hablando con Ivanka y con mi familia. No podría haber sido más amable. No podría haber sido mejor... Creo que es genial", ha explicado sobre el príncipe.
Sin embargo, de la persona a la que más tiempo le dedicó en la entrevista fue a la Reina Isabel, ya que la madre de Trump, que era británica, la admiraba muchísimo. "Ella amaba a los royals, amaba a la reina. "Ella (refiriéndose a su madre) era su gran admiradora... Y se lo dije a la Reina la otra noche. Mi madre entendía muy bien a la gente. Ella conocía a la gente. Y ella vio desde el principio que la Reina tenía algo especial. Es una gran dama", explicó el presidente.
Un obsequio de recuerdo
Pero Donald Trump tenía palabras para todos y el Príncipe Carlos no se iba a quedar exento. "Íbamos a tener una charla de 15 minutos. Y resulta que se alargó una hora y media. Y él habló la mayor parte. Él está realmente interesado en el cambio climático y creo que eso es genial, quiero decir, quiero eso, me gusta eso" finalizó diciendo el presidente. De esta forma parece que la corta estancia en Inglaterra, aunque corta, ha sido una muy buena experiencia para Donald Trump. El cual además se llevó de regalo en la entrevista una réplica exacta de uno de los sombreros que solía usar el que fuera Primer Ministro británico Winston Churchill.