La hermana del Rey Felipe ha tomado la decisión de dar un gran cambio a su físico para encontrarse mejor. Una de las maneras de conseguir ha sido operarse de la vista.
La Infanta Cristina ha decidido dar un cambio drástico a su vida. La hermana de Felipe VI no ha pasado por su mejor momento tras su divorcio con el que ha sido su marido durante más de dos décadas. La noticia de que la pareja se separaba llegaba poco después de descubrirse que Iñaki Urdangarin había comenzado una nueva relación sentimental con Ainhoa Armentia. Lejos de querer mostrar una imagen de mujer abatida, la Infanta Cristina ha tomado las riendas de su vida y ha comenzado por dar un gran cambio a su imagen física. La primera de las operaciones a las que la Infanta se sometió para dar inicio a su cambio fue la de deshacerse de la verruga que durante años la había acompañado.
Podo después de someterse a esa cirugía, la Infanta Cristina aparecía muy cambiada en una visita a Perú, con una imagen totalmente renovada. Sin la verruga, con un nuevo peinado y un look muy distinto al que había mostrado durante varios meses, lleno de colores y sin rastro del negro que la había acompañado tiempo atrás, la Infanta Cristina demostró que había dejado atrás su dolorosa ruptura y había comenzado a ser una mujer nueva, luciendo incluso más joven. Adiós a su antiguo complemento
Siguiendo con esos cambios, la hija mediana del Rey Juan Carlos y Doña Sofía inició 2023 deshaciéndose de sus gafas, al operarse de cataratas y presbicia, para así ver perfectamente y tener más calidad de vida. Así, la Infanta se libra de un complemento que nada le gustaba, especialmente después de unas fotografías publicadas por la revista ¡Hola! en las que aparecía sentada en el aeropuerto, utilizando las gafas y con una imagen muy "cansada".
Como señala Lecturas, la operación tuvo lugar en Barcelona, donde ha pasado parte de las festividades navideñas. Allí, ha visitado la clínica Teknon, donde dio a luz a sus 4 hijos, para realizarse este cambio de imagen y decir adiós para siempre a sus gafas. Con esta nueva decisión, la Infanta da un paso más para dejar atrás esa etapa de su vida que tanto la ha afectado: "quiere dejar atrás su peor época, la de una mujer solitaria, con mascarilla y gafas de lectura".
Además, la Infanta Cristina también se ha apuntado a un gimnasio, un completo que da fe de su intención de cambiar y olvidar a su expareja y todo el daño que le ha causado durante el último año. Así, la Infanta comienza el año totalmente renovada y con las energías cambiadas de cara al futuro.