Un acuerdo sin admisión de culpa
A la presentación de otra moción para que el juez reconsidere su decisión, lo que tiene pocas posibilidades de prosperar, se le une la posibilidad de llegar a un acuerdo extrajudicial, un procedimiento que puede ser habitual en las demandas civiles, pero que en este caso es más complicado. Desde la prensa británica se señala que se estaría instando al Duque de York a lograr un acuerdo con la defensa de la demandante, si bien no es fácil. Virginia Giuffre manifestó que quiere que se envíe el mensaje de que cualquiera, aunque sea poderoso o goce de privilegios, que haya abusado de menores, tendrá que rendir cuentas ante la Justicia. Sea quien sea. Por este motivo, lo que busca es que el Duque de York vaya a juicio.
Sin embargo, tampoco se puede eliminar toda posibilidad. Y ahí entra el chalé de Suiza. El Duque de York habría encontrado comprador para su casa de Verbier, inmueble adquirido junto a Sarah Ferguson en 2014 y que precisamente fue destino vacacional de la Duquesa de York, sus hijas Beatriz y Eugenia, sus yernos y sus nietos en la Navidad de 2021/2022, lo que parece que fue una despedida. El Príncipe Andrés y Sarah Ferguson habrían encontrado comprador para esta lujosa vivienda suiza por 18 millones, el mismo precio que pagaron en su día a Isabelle de Rouvre para adquirirla.
Pero no solo eso, sino que el Príncipe Andrés podría destinar 10 millones para llegar a un acuerdo con Virginia Giuffre, el doble del dinero que se dijo que le pagaría anteriormente. Este acuerdo no serviría para incriminarse. El Príncipe Andrés no estaría dispuesto a admitir que es culpable de haber abusado sexualmente de Virginia Giuffre cuando ella era menor. Y si bien la demandante expresó en su momento que no quiere un acuerdo económico, sino que se haga Justicia, su abogado, David Boies, señaló que efectivamente lo que buscan es Justicia y que por tanto desean ir a juicio, pero que el acuerdo siempre es una posibilidad.
Por tanto, nadie se cierra a un acuerdo, pero es más probable que una vez que no haya más balas en la recámara, sea la defensa del Duque de York la que empuje hacia un acuerdo que no está claro que Giuffre vaya a aceptar por muy jugoso que sea económicamente. Además, la presunta víctima puede exigir una admisión de culpa que el Príncipe Andrés no está dispuesto a incluir. A todo esto se suma que un acuerdo tampoco despejaría las dudas sobre el Duque de York, definitivamente caído en desgracia.
La otra opción, si no hay acuerdo y la defensa no logra que se desestime la demanda de ninguna de las maneras como por ejemplo al argumentar que ni demandante ni demandado residen en Estados Unidos, es ir a juicio. Allí podría limpiar su nombre si sale inocente, pero tendría que testificar y enfrentarse a un juicio en el que se le acusa de haber abusado sexualmente de una menor que formaba parte contra su voluntad de la trama pedófila de Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, ambos amigos cercanos del Príncipe Andrés. Según el testimonio de Virginia Giuffre, ocurrió en tres ocasiones en 2001. El juicio no sería solo un mal trago para él, sino para toda la institución. Además, como señala Daily Mail, el abogado de la demandante llamaría a testificar a entre 10 y 12 personas, entre las que podrían estar Sarah Ferguson, la Princesa Beatriz y la Princesa Eugenia, que tendrían que declarar bajo juramento. Un testigo no puede mentir.
Por su parte, el Duque de York podría declarar desde Reino Unido en un vídeo que se reproduciría en Estados Unidos, donde será el juicio. Podría negarse a hacerlo, aunque eso difícilmente ayudaría a su causa. El Príncipe Andrés será sometido a todo tipo de preguntas y tendría que presentar pruebas. Lo mismo para Virginia Giuffre, que debería demostrar que sus acusaciones tienen solidez para lograr que el Duque de York sea declarado culpable.
Pase lo que pase, el daño reputacional del Príncipe Andrés ya parece insalvable. Apartado de los actos oficiales desde el 20 de noviembre de 2019, tras su desastrosa entrevista en televisión en la que no solo despejó las dudas sobre él, sino que creó más, no tiene esperanzas de volver a servir a la Corona. Todavía podría ser despojado de los honores que le queden y no volver a aparecer en público con otros miembros de la Familia Real Británica. Si esperaba dejarse ver con motivo del Jubileo de Platino de la Reina Isabel, ha quedado claro que no será así.