Después de una infancia y juventud como Princesa, Mako de Japón tuvo que renunciar a la vida que había conocido hasta entonces para casarse con el amor de su vida. Tras una serie de cancelaciones, una pandemia, separación física y mucho sufrimiento, Mako de Japón y Kei Komuro se plantaron y decidieron que su amor estaba por encima de todo lo demás y que renunciar a su título, su posición, a vivir en su país e incluso a su dote, no eran nada comparado a tener que haber dicho adiós al hombre al que ama.
Así, Kei Komuro regresó a Japón procedente de Estados Unidos, donde vivía, y tras un reencuentro tan deseado, la pareja se casó el 26 de octubre de 2021 en una boda civil desprovista del habitual ceremonial de los enlaces de la Familia Imperial Japonesa. Mako y Kei Komuro ofrecieron una rueda de prensa posterior en la que proclamaron su amor: "Para mí Kei es una persona irremplazable. Para nosotros, casarnos era la única opción para vivir siendo fieles a nuestro corazón. Era esencial para ser felices", señaló la sobrina del Emperador Naruhito.
Voluntaria en el Met
Ambos se instalaron en un apartamento en Tokyo hasta que la hija de Akishino de Japón obtuvo su pasaporte y pudieron viajar a Nueva York en noviembre de 2021 para instalarse allí de forma permanente. Por un lado, Kei Komuro, que ha trabajado como asistente legal, suspendió las pruebas necesarias para ejercer como abogado. Se presentó una segunda vez y no se ha hecho público el resultado. Por otro lado, faltaba por conocer qué iba a hacer Mako Komuro, que deseaba llevar una vida en privado y ponerse a trabajar.
Mako de Japón está graduada en Arte y Patrimonio Cultural por la Universidad Cristiana Internacional de Tokyo, estudió Historia del Arte en Edimburgo y tiene un Máster en Museología y Galerías de Arte por la Universidad de Leicester, por lo que parecía claro que quiere enfocar su carrera hacia el mundo del arte. Y así ha sido. Mako Komuro ha puesto en práctica sus conocimientos en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el Met, uno de los museos más famosos e importantes del mundo. En concreto, ejerce como curadora, un puesto en el que tiene que encargarse de montar, catalogar, gestionar y presentar las colecciones.
Sin embargo, como señala Japan Times, no ha sido fichada por el Met, sino que se ofreció como voluntaria, por lo que no le une un contrato con el museo. En concreto, se ha puesto a trabajar en la colección de arte asiático del Met, participando en una exposición de pinturas inspirada en la vida de Ippen, un monje que viajó por Japón en el siglo XIII y que introdujo el budismo en el país nipón.
De este modo, Mako de Japón ha encontrado una ocupación de acuerdo a sus gustos y su formación mientras espera que despegue su carrera privada. Al menos problemas de dinero no tienen pese a haber renunciado a la dote que le correspondería al abandonar la Familia Imperial, ya que los Komuro residen en Hell's Kitchen, barrio de Manhattan en el que ocupan un apartamento de una habitación en un edificio de lujo.