Fue toda una revolución saber que el Duque de Edimburgo había decidido retirarse de los actos oficiales. En aquel momento tenía 95 años, pero cuando se produjo su salida efectiva de las actividades institucionales, ya contaba con 96 años, de los cuales ha pasado casi 70 ejerciendo como miembro de la Familia Real Británica.
El Príncipe Felipe se ha ganado un descanso, pero quiere más relax y por ello ha dejado de vivir tanto en Windsor como en Buckingham Palace, residencia oficial de la Reina de Inglaterra. Es por eso que ha decidido separarse de Isabel II, pero la causa está plenamente justificada, ya que su matrimonio no ha terminado, de hecho, el 20 de noviembre celebrarán sus 70 años de casados.
Como señala Daily Mail, el motivo es que el Duque de Edimburgo se conoce, y sabe que si siguiera en Buckingham Palace le iba a costar mucho desligarse de los asuntos oficiales. Sin embargo, lejos de los asuntos de la Corona, puede relajarse por fin y dedicarse a disfrutar de los últimos años de su vida.
La Reina Isabel visita al Duque de Edimburgo
El consorte que más años ha ejercido como tal en la historia de Reino Unido, se ha instalado en Wood Farm, uno de los edificios situado en Sandringham House, residencia que la Reina Isabel tiene en Norfolk. Es aquí donde los Windsor pasan la Navidad, y concretamente, en Wood Farm se han alojado huéspedes de la Familia Real Británica o personas que formaron parte de ella pero que ya no pernoctan en el edificio principal, como Sarah Ferguson.
En Wood Farm, el Príncipe Felipe está dedicándose a hacer lo que siempre ha querido hacer y no podía a causa de sus innumerables compromisos, que ha cumplido hasta que dijo basta. El Duque de Edimburgo está encantado, y allí está recibiendo tanto a familiares como a amigos, de hecho la Reina Isabel pasó unos días con él en Wood Farm antes de tener que regresar a Londres para cumplir con sus deberes como Jefa del Estado, responsabilidad a la que ella se sigue aferrando pese a sus 91 años.