Las alarmas saltaron cuando la Casa Real Británica emitió un preocupante comunicado sobre el estado de salud de Isabel II: "Después de una evaluación realizada por la mañana, los médicos de la Reina están preocupados por la salud de Su Majestad y han recomendado que permanezca bajo supervisión médica". El comunicado añadía que Isabel II estaba cómoda y que se encontraba en Balmoral. Estas palabras de Buckingham Palace hicieron presagiar lo peor debido a que ante rumores previos siempre se trató de quitar importancia. No fue así esta vez. Poco después se supo que el Príncipe Carlos y Camilla, el Príncipe Guillermo, el Príncipe Harry, la Princesa Ana, el Príncipe Andrés, el Príncipe Eduardo y Sophie de Wessex viajaron a Balmoral para pasar con su madre, abuela y suegra los últimos momentos de una vida larga y singular.
Problemas de salud y su dolor por el Duque de Edimburgo
La muerte del Duque de Edimburgo afectó profundamente a la Reina, que decía adiós al marido con el que había pasado 73 años y un pilar para su reinado incluso pese a su retirada de los actos oficiales en 2017. A partir de entonces empezó a experimentar más achaques, que se intensificaron a partir del otoño de 2021, cuando su estado de salud dejó de ser el que era y quedó de manifiesto la fragilidad de una reina, de una mujer, que parecía inmortal.
Un ingreso hospitalario, cancelaciones de actos, prohibición de montar a caballo o de sus largas caminatas para pasear a sus perros. Los médicos comenzaron a preocuparse realmente por Isabel II, que con 95 años y medio daba síntomas de agotamiento. Pero la Monarca deseaba seguir siendo la Reina hasta el final, y no le paró ni el covid, que sufrió a finales de febrero de 2022 y que logró superar pese a que confesó que le había dejado agotada. No abandonó nunca su trabajo de despacho y las famosas cajas rojas, mantuvo audiencias telemáticas y delegó en su familia cuando tuvo que hacerlo. Así ocurrió en la Apertura del Parlamento, cuando renunció a acudir, siendo sustituida por el Príncipe Carlos, el por aquel entonces eterno heredero.
A lo que no renunció fue al homenaje al Duque de Edimburgo, celebrado el 29 de marzo de 2022 en la Abadía de Westminster, con el que le ofreció el funeral amplio que no le pudo dar un año antes debido a la pandemia, si bien el Príncipe Felipe había tenido una despedida a la altura que tuvo lugar el 17 de abril de 2022 en Windsor Castle.
Tampoco faltó en algunos de los actos por el Jubileo de Platino, la celebración de su 70 aniversario de reinado. La Reina de récord parecía renovada aquel junio de 2022 en el que salió de Windsor Castle, donde instaló su residencia permanente desde marzo de 2020, para ir a Buckingham Palace, el lugar al que llamó hogar durante décadas. Desde entonces parecía experimentar una mejoría aunque sus problemas de movilidad, que parecían ser su talón de aquiles, seguían causándole molestias.
En junio de 2022 cumplió con sus actos en Escocia y posteriormente se trasladó a Balmoral en julio de 2022, donde pasó las últimas semanas de su vida entre sus ayudantes más fieles, las visitas de amigos familiares y un acto final. Dos días antes de su fallecimiento recibió en audiencia a Boris Johnson, Primer Ministro saliente, y a Liz Truss, la que se convirtió en la Primera Ministra número 15 del reinado de Isabel II. Reina hasta el final.