El primero y más inminente sería el próximo sábado 5 de marzo, fecha señalada en el calendario para el equipo blaugrana porque se celebran los 50 años de la sección de balonmano del Barça, disciplina en la que precisamente Urdangarin destacó como uno de los mejores jugadores de su época antes de contraer matrimonio con la hija del Rey Juan Carlos. Por ello, este ha recibido la invitación a tan importante celebración y, de asistir, volvería a revivir aquellos años de gloria como deportista de élite.
Su dorsal, el número 7, todavía luce colgado en las paredes del Palau en recuerdo a todos los éxitos deportivos que este había conseguido cuando formaba parte del equipo. Algo que, pese a ser el orgullo de muchos, también ha sido motivo de queja para otros, que desde que fue condenado a pena de prisión por el 'Caso Noos' piden que se retire para no seguir condecorándolo.
Prácticas no remuneradas en el equipo
Por supuesto, esto ha generado ciertos comentarios al tratarse de un todavía miembro de la Familia Real y poder haber recibido algún tipo de trato de favor por parte de la directiva al ser quien es, algo que este mismo ha quiero explicar y justificar durante su entrevista. "Hacer prácticas no es un trabajo. ¿Qué hacemos? ¿Le cerramos las puertas del Palau?", se preguntaba: "Iñaki y yo no éramos amigos. Los mejores amigos de Iñaki eran Barrufet y Barbeito. Simplemente creo que en un momento así no hace falta ir a reventar a la gente".
Este hecho lo que sí parece dejar es una puerta abierta a que Urdangarin pueda volver a formar parte del equipo, esta vez desde los banquillos, una vez termine la formación y pudiendo así comenzar una nueva vida en Barcelona, dejando atrás su actual residencia y vida en Vitoria, donde se instaló tras salir de prisión. Precisamente, esto le permitiría también estar más cerca de su hijo Pablo, que comenzó también a hacer carrera en el mundo de balonmano y, más concretamente, del Barça B, donde debutó un año atrás con el dorsal número 77.