Además, con la decisión del Rey Carlos XVI Gustavo de excluir a los hijos del Príncipe Carlos Felipe y a los de la Princesa Magdalena de la Casa Real Sueca, se les daba libertad para escoger su propia carrera. Quedaban liberados de una vida de servicio a la Corona que podrían vivir en Estados Unidos o donde quisieran. Todo parecía ir bien en Florida... ¿Y entonces, por qué vuelven?
Lo que no se dice
No lo van a decir, pero suena más al hartazgo de una vida idílica en Florida, donde tenían tranquilidad, no les perseguían los paparazzi, contaban con una fabulosa mansión y el tiempo era cálido y nada parecido al de la fría Suecia. La Princesa Magdalena podía centrarse en su papel como Vicepresidenta de honor de la World Childhood Foundation, sumado a su trabajo con la delegación estadounidense de la fundación, mientras que Chris O'Neill podía manejar mejor sus negocios.
Sin embargo, Magdalena de Suecia no tenía el mismo círculo que en Estocolmo. Además de sus padres, hermanos, sobrinos, tíos, primos y los muchos amigos con los que cuenta en Suecia, echaba de menos su país. En Florida estaban más aislados y demasiado alejados para viajes frecuentes, lo que sin duda fue una carga para Magdalena de Suecia.
Así, para ella todo son ventajas, y los niños son lo bastante pequeños para adaptarse sin problemas a una vida en Suecia. El problema es Chris O'Neill, que o se ha puesto a estudiar o no entiende nada de sueco. Además, anteriormente expresó que llevar sus negocios en el país escandinavo no era fácil, motivo por el que vivieron en Londres y en Estados Unidos. Se quejó también del interés mediático que despertaba en Suecia y que no llevaba especialmente bien. Nunca buscó casarse con una princesa ni ser príncipe, de hecho se le ofreció y lo rechazó para seguir con su carrera en los negocios.
De todos modos, puede hacer frecuentes viajes a Reino Unido o incluso a Estados Unidos mientras su familia permanece en Suecia. Sus propios parientes viven en Europa y desde Estocolmo lo tiene más fácil para reunirse y reencontrarse con más frecuencia. Y por si fuera poco, no tiene que preocuparse por mantener una cara vivienda en Miami. El Rey Carlos Gustavo les ha dado permiso para ocupar la casa de 7 habitaciones en Hovstallet, en el acomodado barrio de Östermalm en Estocolmo, el lugar en el que se quedaban durante las vacaciones.