Que el Príncipe Guillermo y el Príncipe Harry eran dos hermanos muy unidos era algo bien conocido y que durante años fue un activo para la Casa Real Británica. Los hijos del Príncipe Carlos eran un buen equipo, que fue complementado por Kate Middleton. Faltaba la cuarta pata, y aunque parecía que Meghan Markle estaba destinada a ser esa necesaria cuarta integrante del equipo, no fue así.
Las fricciones entre los hermanos no se debieron solo a que el Príncipe Harry no siempre llevara bien tener un rol secundario y saber que antes que él estaban el Príncipe de Gales y el Duque de Cambridge, sino los consejos mal entendidos del Príncipe Guillermo a su hermano sobre su relación con Meghan Markle. La Duquesa de Cambridge y la Duquesa de Sussex tampoco congeniaron especialmente, lo que tampoco contribuyó a suavizar tensiones.
Una vez que el distanciamiento con su hermano se hizo público cuando el Príncipe Harry lo confesó en 'Harry & Meghan: An African Journey', todavía hubo algo más. El 8 de enero de 2020 los Duques de Sussex comunicaron unilateralmente su decisión de ser financieramente independientes. Para ello pretendían representar a la Corona en determinados actos y combinarlo con una carrera profesional en el sector privado. Finalmente hubo acuerdo, pero los Duques de Sussex debían elegir entre quedarse como estaban o abandonar la Casa Real Británica. Decidieron lo segundo.
Una decisión unilateral no discutida en privado
En relación al Sussexit, Omid Scobie, autor de 'Meghan y Harry. En libertad', ha comentado que lo que más dolió a los Duques de Cambridge fue la decisión unilateral de los Duques de Sussex. Al Príncipe Guillermo y Kate Middleton les pilló prácticamente por sorpresa y más les impactó que sin haberlo consultado lo tenían ya todo previsto.
No hubo una larga discursión interna, sino que el Príncipe Harry y Meghan Markle lo sacaron todo a la luz de golpe. Al Duque de Cambridge le dolió como hermano ante la falta de confianza y también como futuro Rey al sentir que todo aquello servía para dañar la reputación de la Familia Real Británica. El rencor ha seguido y va a ser difícil que el Príncipe Guillermo y Kate Middleton olviden no lo que pasó, sino cómo pasó.