Sonadas son las historias que tiene por protagonistas a la Reina Letizia y algún anillo. La esposa del Rey Felipe VI hace tiempo ya que no luce públicamente ni su anillo de compromiso ni la sortija de la boda por motivos muy diferentes. El primero porque se vio envuelto en el caso Nóos. Según se pudo saber en cuanto comenzó la investigación a Iñaki Urdangarin, este había sido el encargado -por petición del por aquel entonces Príncipe de Asturias- de recoger en la joyería el que sería el anillo de pedida para la entonces periodista Letizia Ortiz y que pagó con unas de esas tarjetas de la fundación. En el caso del segundo, simplemente dejó de usarlo porque le molestaba al saludar en los actos públicos.
Por este mismo motivo resulta llamativo que desde hace un tiempo la Reina luce en la mano izquierda un enorme anillo circular de planta bañado oro de la marca Karen Hallam y que cuesta 114 euros -un precio bastante inferior a cualquier a otra de las joyas que acostumbra lucir y que a simple vista podría parecer mucho más incómodo que la propia sortija. Además también llamó la atención que lució en varios eventos seguidos, algo raro en la Reina Letizia que siempre luce complementos acordes a cada uno de sus cuidados estilismos.
La Reina con el mismo anillo durante diferentes actos en La HabanaAhora el periódico La Razón ha podido saber el motivo de la obsesión de la Reina Letizia con esta pieza de su joyero. El anillo se trata de un regalo de sus hijas, la Princesa de Leonor y la Infanta Sofía, y que ambas compraron gracias a los ahorros de sus paga semanal de 30 euros. Lo que no se ha podido comprobar es cómo realizaron la compra: a través de internet o si bien las propias hijas el Rey Felipe VI se acercaron hasta la pequeña tienda que la diseñadora tiene en el Barrio de Chueca, en pleno centro de Madrid.
Un regalo de sus hijas valorado en 114 euros
Sin duda un regalo muy especial del que la Reina Letizia no se despega durante sus Viajes Oficiales y así tener siempre presente a sus hijas. De hecho, durante el último viaje a Cuba, la monarca también lució unos pequeños pendientes de aro que pertenecen a la Princesa Leonor. Un detalle muy familiar que demuestra que, a pesar de la distancia, la monarca sigue muy unida a sus hijas.
