Tal y como reveló el investigador Gyles Brandreth en su libro 'Elizabeth: Un retrato íntimo', la Reina Isabel II tuvo cáncer en sus últimos años de vida, algo que nunca se hizo público, ni siquiera que esa fuera el motivo de su muerte. Con el cambio de reinado en Inglaterra, la estrategia de comunicación ha sido diferente y así se ha podido comprobar este fatídico año 2024 para la Familia Real británica. El 5 de febrero Buckingham Palace comunicaba que Carlos III tenía cáncer y que había comenzado ya un tratamiento ambulatorio. El 22 de marzo, era la propia Kate Middleton la que en un vídeo confirmaba que ella también tenía cáncer y que estaba sometiéndose a un tratamiento de quimioterapia preventiva.
En ninguno de los casos se ha hecho saber al mundo qué tipo de cáncer sufren tanto el Rey como la Princesa de Gales, en el caso del primero simplemente se confirmó que no era un cáncer de próstata, de lo que el Monarca había sufrido un agrandamiento y por el que había sido intervenido el 26 de enero. Muchos se preguntaban entonces por qué hacer pública la enfermedad a medias sin ser totalmente transparentes con el mundo y la respuesta parece tenerla Kristina Kyriacou, la que fuera secretaria de comunicación del entonces Príncipe Carlos entre 2009 y 2016.
Durante una entrevista para 'Good Morning Britain' de ITV la mañana del 6 de febrero -24 horas después del comunicado de Carlos III-, Kyriacou aseguro que su consejo también sería no comunicar más de lo que se ha hecho, estrategia que podrían haber seguido ambos equipos de comunicación del Rey y la Princesa: " Han dicho que se ha encontrado una forma de cáncer, y yo personalmente no le habría aconsejado que fuera más lejos y dijera qué tipo de cáncer. Creo que hay tiempo para eso".
"Cuanta más información das, más especula la gente"
Esta asegura que no habría problema con contarlo en un futuro, convenientemente cuando ambos se recuperasen de la enfermedad, pero no ahora mismo que está a tratamiento y parcial y totalmente apartados de la vida pública respectivamente. "El problema es que cuanta más información das, más especula la gente".
Kyriacou está convencida de que si se llega a saber qué tipo de cánceres sufren cada uno la gente empezaría a especular sobre cómo se encontrarían cada uno de ello y las consecuencias en función del estadio en el que se encuentran. "En el momento en que saben qué tipo de cáncer es, todo el mundo empieza a buscarlo, la gente empieza a buscar en Google y dice: 'Conozco a alguien y le pasó esto, esto es lo que estará pasando' ", por lo tanto solo hay que quedarse con una cosa: "Sabemos que está enfermo, tiene un tipo de cáncer y va a ser tratado".